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China trata de mantener alimentadas a ciudades aisladas

Los empleados de la tienda de conveniencia usan mascarillas y trajes de protección como una medida de prevención.
Los empleados de la tienda de conveniencia usan mascarillas y trajes de protección como una medida de prevención.

El Gobierno del país asiático ha implementado multas para castigar a los comerciantes que pretendan acaparar productos en sus establecimientos La gerente de Wushang Mart, en Wuhan, la aislada ciudad que está en el centro del brote de un nuevo virus en China, dice que en sus estanterías hay un 50 por ciento más de … Leer más

El Gobierno del país asiático ha implementado multas para castigar a los comerciantes que pretendan acaparar productos en sus establecimientos

La gerente de Wushang Mart, en Wuhan, la aislada ciudad que está en el centro del brote de un nuevo virus en China, dice que en sus estanterías hay un 50 por ciento más de verduras y otros alimentos que lo normal con la finalidad de tranquilizar a los clientes nerviosos.

Los líderes comunistas están intentando mantener el flujo de alimentos hacia las superpobladas ciudades chinas a pesar de los controles por el brote. Buscan frenar el temor a una posible escasez y el aumento de los precios por las compras de pánico registradas tras el cierre de la mayoría de los accesos a Wuhan el pasado 23 de enero.

Los empleados de Wushang Mart usan mascarillas y trajes de protección. Los clientes se limpian las manos con desinfectante y se les monitorea la temperatura para detectar fiebre, un indicio de la presencia del virus, explicó la responsable del establecimiento, que se identificó solo por su apellido, Lu.

“Es normal que la gente se preocupe por el suministro, pero nosotros explicamos que habrá suficiente”, informó Lu por teléfono.

Las existencias en los supermercados se agotaron después de que Pekín impuso prohibiciones para viajar y amplió el feriado del Año Nuevo Lunar para mantener las fábricas, oficinas y negocios cerrados y a la población en sus casas, en un intento por frenar la propagación de la enfermedad.

Esto también hizo que los camiones dejaran de circular, interrumpiendo la llegada de productos a los mercados, así como de alimentos y carne desde las granjas y los mataderos. Cuando la cuarentena de Wuhan se amplió para cubrir a otras ciudades con una población total de 60 millones de personas, los aldeanos levantaron sus propios controles de carretera para mantener alejados a los foráneos y a posibles infecciones.

Esta semana, un funcionario del Gobierno reconoció que el suministro de verduras era irregular y que algunos “productos básicos diarios” se agotaron.

“Estos problemas están siendo coordinados y resueltos”, dijo Lian Weiliang, vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, en una conferencia de prensa el 3 de febrero en Pekín.

Más tarde ese día, la televisora estatal anunció que el gobernante Partido Comunista ordenó a las autoridades locales de todo el país que “garantizaran el suministro de productos básicos” incluyendo verduras, carne, huevos, leche y cereales.

Un día después, el Ministerio de Agricultura dijo a sus funcionarios que permitieran el transporte y “aseguraran el funcionamiento habitual” de la producción de ganado y piensos. Los controles de carretera no autorizados se prohibieron.

A los vendedores se les había advertido antes que no acapararan productos ni subieran los precios. El Gobierno municipal de Shanghái anunció una multa de 2 millones de yuanes (270 mil dólares) a un supermercado que elevó el precio de la col 400 por ciento.

Para tranquilizar a la población, los medios estatales están llenos de fotografías de cajas de berenjenas, coliflor y otras verduras que se cargan en camiones para su traslado a los mercados.

AP

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