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‘El caníbal de Atizapán’ y otros criminales podrían salir de prisión

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discute eliminar la prisión preventiva oficiosa la cual ‘beneficiaría’ a criminales

Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determina eliminar la prisión preventiva oficiosa, feminicidas, asesinos y narcotraficantes podrían salir de la cárcel a través de amparos.

El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, alertó en Palacio Nacional que, si el máximo tribunal del país decide prescindir de dicha medida cautelar, miles de criminales podrían abandonar los penales, mediante procedimientos legales.

“Si se elimina la prisión preventiva, como lo pretenden los proyectos hoy en discusión en la Suprema Corte, no solamente se volvería a la puerta giratoria, sino que podríamos hablar ahora de una puerta abierta, porque 92 mil personas que hoy en México están sujetas a prisión preventiva por delitos graves: secuestradores, narcotraficantes, feminicidas, entre otros delitos, o también delincuentes de cuello blanco, podrían solicitar, mediante amparo, ser excarcelados, con lo cual habría una gran, gran impunidad”, mencionó.

Milenio revisó cuatro casos de presuntos delincuentes, quienes enfrentan diversos procesos penales, y tienen la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa. Se trata de Andrés Filomeno Mendoza Celis, alias El caníbal de Atizapán; Rubén Armando Hernández Olivas, alias el R7; Greek Román Villalobos, y Yessenia Ivonne N.

Andrés Filomeno Mendoza Celis, alias El caníbal de Atizapán; es el mayor feminicida en serie en la historia de nuestro país. Mendoza Celis, adulto mayor de 72 años, convirtió su casa – ubicada en Atizapán de Zaragoza, Estado de México en un cementerio.

Mendoza Celis, originario del estado de Oaxaca, llegó a a la capital del país en la década de 1980.

Se sabe que en el pasado atendió una carnicería en Atizapán, pero en años recientes era mejor conocido por su activismo político vecinal, promoviendo la mejora del barrio y programas sociales.

Por ello los vecinos de su calle lo consideraban como “buena gente”, alguien cordial y con disposición de ayudar a los demás.

Con información de Milenio 

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