Crónica del Tercer Informe de Gobierno de López Obrador

Texto y fotos de Juan Hernández

Al viejo estilo de los tiempos del PRI, el Zócalo capitalino lució repleto de simpatizantes que con banderas vitoreaban al presidente Andrés Manuel López Obrador quien destacó los logros principales de su administración.

“Hemos resistido a las adversidades y seguimos avanzando en la transformación de la vida pública de México”, afirmó el presidente López Obrador en su discurso de cifras alegres por los tres años de asumir el cargo como Presidente de México.

En su primer evento masivo en donde según datos del la Secretaría de Gobierno (Segob), acudieron 250 mil personas que abarrotaron el Zócalo capitalino y vialidades aledañas (Pino Suárez, Francisco I. Madero, 20 de Noviembre y 16 de Septiembre).

Pese a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre la nueva variante de Covid-19 ómicron, el presidente López Obrador aseveró:

“Como en los mejores tiempos nos volvemos a concentrar en este Zócalo democrático”, dijo el mandatario y aseguró que “estamos de pie a pesar de la pandemia”

En medio de la algarabía de sus seguidores, el mandatario estuvo rodeado de miembros de gabinete, diputados, senadores, gobernadores y de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

En su discurso, López Obrador hizo una mención sobre la idea que existía de que la riqueza de los de arriba gotea a los de abajo. Hoy, dijo los apoyos se aplican ahora de abajo hacia arriba, “no como antes que primero eran los de arriba, porque decían que si llovía fuerte arriba goteaba abajo, como si la riqueza fuese permeable o contagiosa. ¡Que se vayan al carajo con ese cuento!”.

El Jefe del Ejecutivo abordó las críticas que ha recibido su gobierno por el uso de las fuerzas armadas en labores de seguridad en el país y las calificó como “carentes de lógica”, pues afirmó que no se está militarizando al país.

“Las acusaciones de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y de la más elemental buena fe, no se ha ordenado a las fuerzas armadas que hagan la guerra a nadie”, defendió.

Asimismo, dijo que la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad contribuye a dejar atrás “la distancia y la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobiernos”, por lo que volvió a insistir en que los soldados son pueblo uniformado.

López Obrador dijo que aún “con la gravedad del problema de inseguridad que heredamos, no hemos caído en la tentación de combatir la violencia con violencia” y reiteró que el mal de debe enfrentarse haciendo el bien.

Consideró también que son las circunstancias las que llevan a algunos a las filas de la delincuencia y expuso que aunque puede llevar tiempo el pacificar el país, primero se deben atender las causas de fondo: pobreza, desintegración social, familiar, la corrupción.

Sobre el terreno económico, el presidente aseguró no tener dudas de que “pronto terminaremos de salir de la crisis económica” basando su confianza en que durante la Pandemia de COVID, México no se endeudó como otros países; no se cayó la recaudación de ingresos lo que permitirá mantener finanzas públicas sanas y suficientes para impulsar la creación de empleos.

Destacó que en estos rubros están sus obras insignias como El Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, los dos nuevos aeropuertos, carreteras, impulso a extracción de petróleo, rescate de la industria eléctrica nacional y otras acciones “impulsadas con presupuesto y sin contratar deuda”.

Otro de los puntos que tocó fue la educación al presumir que canceló “la mal llamada reforma educativa que se quiso imponer sin el acuerdo ni el respaldo de maestras y maestros, que son los que transmiten el conocimiento en las aulas. Al enmendar este absurdo y al tratar con respeto a los educadores, escucharlos y resolver sus justas demandas, hemos evitados conflictos y hemos contado con los maestros y con los padres de familia para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la enseñanza”.

Sobre la reforma eléctrica en puerta, López Obrador dijo que se recuperará el equilibrio perdido con la política energética neoliberal que “de manera perversa buscaba arruinar a la industria eléctrica nacional”, señaló.

Mientras el mandatario daba su discurso, los alrededores del zócalo capitalino eran un caos vehicular, pues los camiones en donde llegaron miles de simpatizantes, algunos fueron traídos por diputados y senadores quienes buscaban “mostrar al mandatario su apoyo”.

Una manta que fue colgada en la pared del Centro Joyero, la cual decía que “la 4T mata gente”, desató el enojo de los simpatizantes quienes presionaron a los dueños del edificio para que la bajaran.