El misterio de la hemofilia adquirida

Juan Carlos Machorro

La hemofilia adquirida es una enfermedad rara que afecta principalmente a los adultos mayores de 70 años, tanto hombres como mujeres. Se le llama ‘rara’ por la poca frecuencia con la que aparece y, aunque la padecen solo dos de cada millón de personas a nivel mundial, sus consecuencias pueden ser letales si no es atendida a tiempo.

La doctora Marilyn Mendoza, especialista en hematología y asesora científica de Biopharma para Novo Nordisk México, comentó que esta enfermedad está siendo desatendida en gran parte por la concentración de los esfuerzos médicos en la COVID-19.

“Este padecimiento se presenta en dos casos por un millón de personas, esto significa que debe haber unos 120 pacientes mexicanos, pero solo se tiene diagnóstico de unos 30 enfermos, aspecto que es urgente modificar en México”, comentó en exclusiva para Periódico AM.

Los adultos mayores –más frecuentes en padecer la hemofilia– deben atender cualquier moretón que aparece de forma inesperada, así como los sangrados inesperados o sin razón alguna aparente.

Otro sector poblacional en grave riesgo son las mujeres que acaban de ser mamá”, agregó. En el 5 a 8 por ciento de los casos, la hemofilia adquirida afecta a mujeres en el proceso de parto, quienes sangran copiosamente porque su cuerpo desconoce al Factor VIII de la coagulación y hace anticuerpos contra este. Las hemorragias empeoran el pronóstico de una mujer joven que acaba de ser mamá, poniendo en serio peligro su vida.

Las principales manifestaciones de la hemofilia son hemorragias cutáneas (moretones extensos y hematomas), así como hemorragias internas en tejidos blandos.

Es un problema de salud realmente serio, ya que 94.6 por ciento de los pacientes presenta hemorragia súbita y 70.3 hemorragia grave.

El tratamiento debe ser realizado por expertos y con medicamentos adecuados, pues las medicinas ‘agente puente’ (nombre genérico), son de control clínico.

La mortalidad baja radicalmente con el tratamiento, agregó la Mendoza y en México sí hay accesibilidad al Factor VII (tratamiento)en instituciones de salud. Lo importante es diagnosticar oportunamente y estar atentos a que los adultos mayores no desarrollen gravedad de este padecimiento.