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Cambio climático, la mayor amenaza para la producción de tequila

¿La ingesta de tequila es buena para la salud?/Foto: Especial
¿La ingesta de tequila es buena para la salud?/Foto: Especial

Juan Carlos Machorro La producción del tequila en México se ha visto afectada por los cambios extremos de temperatura que ocasionan la pérdida de cultivos de agave, además que su producción en masa ha disminuido su diversidad genética poniendo en riesgo su capacidad adaptativa a estos cambios. A partir de la declaratoria de denominación de … Leer más

Juan Carlos Machorro

La producción del tequila en México se ha visto afectada por los cambios extremos de temperatura que ocasionan la pérdida de cultivos de agave, además que su producción en masa ha disminuido su diversidad genética poniendo en riesgo su capacidad adaptativa a estos cambios.

A partir de la declaratoria de denominación de origen en 1977, el tequila sólo puede ser producido gracias a la planta de agave weber azul; su composición y las condiciones climáticas influyen en el tiempo de maduración que va de los 7 a los 12 años.

El aumento en la demanda de esta deliciosa bebida ha ocasionado cambios en su proceso de producción, hoy las grandes compañías tequileras buscan aumentar su oferta mediante la propagación clonal in vitro, reemplazando selvas bajas, matorrales y encinares por extensos monocultivos.

A partir de la masificación de este método de producción, se ha descubierto que la diversidad genética del agave se encuentra muy por debajo de lo esperado para cualquier especie silvestre, poniendo en riesgo su capacidad adaptativa ante el inevitable cambio climático.

Cuando el agave no se cosecha para producir tequila, esta planta produce flores enormes en su adultez, de las cuales dependen varias especies de murciélagos que las polinizan. Las plantas de agave son la fuente principal de alimento de los murciélagos de nariz larga, encargados de polinizar las plantas, un factor clave para la producción de tequila.

Estos mamíferos esparcen el polen de flor en flor, ayudan al control de plagas, contribuyen a que los agaves sean más resistentes a enfermedades como los hongos y las vuelven más resistentes a las sequías. No obstante, si los agricultores cortan la planta antes de que arroje flor, los murciélagos se enfrentan a la extinción.

Asimismo, los ganaderos y agricultores de las zonas desérticas se enfrentan a algunos de los efectos del cambio climático como la irregularidad de lluvias, sequías, degradación de suelo y escasez de agua, incrementando cada vez más las zonas desérticas incapaces de tener un cultivo o ganado, detalla el organismo The Climate Reality Project.

En la misma línea, el agave azul es clave para mitigar la crisis climática; de acuerdo con Regeneration International, la planta puede extraer y almacenar el equivalente de 30 a 60 toneladas de CO2 por hectárea y son capaces de producir biomasa en el suelo.

En términos económicos, al poner en peligro la industria agavera, México se arriesga a perder un fuerte ingreso económico: tan sólo en 2019 la industria generó más de 70,000 empleos, se produjeron alrededor de 351.7 millones litros de tequila, de los cuales el 70 por ciento fueron exportados, lo que equivale a un valor estimado de mil 900 millones de dólares, de acuerdo con el Consejo Regulador de Tequila.

Por ello, The Climate Reality Project propone como alternativa la agricultura regenerativa que incrementa la biodiversidad y mejora los ecosistemas; con su cuidado y preservación es posible mitigar los efectos del cambio climático y prevenir que sucedan desastres con mayor frecuencia y duración.

De igual forma, la captación de agua de lluvia y cuidado del agua es una solución para prevenir la falta de agua en temporada de sequía; los agricultores y ganaderos luchan por mantener sus cultivos en condiciones climáticas cada vez más extremos y prolongados, evitar el uso de pesticidas y productos químicos que contaminen el agua es una forma de cuidarla.

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