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COVID-19 agrava situación de niños con discapacidad en México

En México, 20.8 millones de personas la sufren, sea temporal o permanente. Medio millón de ellas no pueden caminar, bañarse, vestirse o comer Ray Méndez La pandemia y el confinamiento han conllevado grandes desafíos para toda la población. Además de los retos como la educación a distancia, el teletrabajo o la convivencia; en las familias … Leer más

En México, 20.8 millones de personas la sufren, sea temporal o permanente. Medio millón de ellas no pueden caminar, bañarse, vestirse o comer

Ray Méndez

La pandemia y el confinamiento han conllevado grandes desafíos para toda la población. Además de los retos como la educación a distancia, el teletrabajo o la convivencia; en las familias con un menor con discapacidad motora, se han presentado otros como el seguimiento terapéutico, médico o protésico; la adaptación del entorno en el hogar, mantener la actividad física, la motivación y una buena alimentación.

En México hay 2 millones 977 mil 253 niñas, niños y adolescentes que viven con una discapacidad según el Censo de Población 2020 del INEGI, es decir, de los 20.8 millones de personas con discapacidad en el país, 14.3 por ciento tienen entre 0 y 19 años. De estos, más de medio millón no pueden caminar, subir, bajar, bañarse, vestirse o comer debido a una discapacidad motriz, lo hacen con dificultad o requieren de dispositivos protésicos.

“En este último año, el principal reto para los niños, sus familias y para nosotros como protesistas y terapeutas, ha sido enfrentarnos al crecimiento de los pacientes durante la pandemia.

“En el caso de lactantes, escolares o adolescentes, se encuentran en una fase de crecimiento acelerado que requiere revisar y ajustar sus auxiliares de marcha al menos cada tres meses, en algunos casos, incluso con mayor frecuencia”, explica Marcelo Cuscuna, CEO para América Latina de Ottobock, compañía alemana especializada en atención fisioterapéutica y social a discapacitados.

Además de las adaptaciones de los dispositivos conforme crecen los niños, Marcelo detalla que en estos meses se implementaron varias estrategias para garantizar la continuidad del seguimiento con los pequeños vía telefónica, por video llamadas, atención a domicilio y en caso de no presentar riesgos graves ante el contagio, consultas presenciales.

Alicia Meneses, médico especialista en rehabilitación del servicio de malformaciones congénitas del área de Rehabilitación Pediátrica del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), refiere que en su división se otorgó prioridad a los niños con manejo de dolor o de espasticidad y aquellos con uso de fármacos, o dispositivos protésicos.

Esta división del INR atendía en promedio al año entre 6 mil y 7 mil pacientes de 0 a 16 años tanto del Valle de México como de otros estados de la República. Con la pandemia, se redujo la afluencia de pacientes. En 2020, la unidad atendió a un promedio de 2 mil 300 menores.

Durante las campañas seguirá abierto Centro de Rehabilitación Regional

En una serie de testimoniales sobre familias con algún miembro con discapacidad, las cuales indicaron que: Guadalupe, madre de Jesús, un adolescente de 15 años que a los diez fue diagnosticado con un osteosarcoma en la pierna izquierda y fue amputado de la misma a los doce años en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR); cuenta que al principio de la pandemia tomaron medidas drásticas para proteger a su hijo de un posible contagio.

Durante estos meses, Jesús acudió con el protesista tres veces para realizar ajustes en la longitud de su prótesis, siempre con mucha protección para evitar contagios; y ha continuado con sus ejercicios de refuerzo del muñón en casa.

Patricio o “Pato” como le llama su madre tiene 16 años, mide 1,83 y desde mediados de enero 2021 ya utiliza una prótesis de Ottobock. Para el joven de Metepec, Edomex, el proceso ha sido largo desde que fue diagnosticado con osteosarcoma. Tras numerosas cirugías y una infección provocada por una prótesis interna, a Pato le amputan la pierna derecha en mayo de 2019.

Desde entonces, el adolescente tuvo sesiones de rehabilitación de manera intermitente vía zoom, ya que tuvo una recaída del cáncer en la pierna a finales de 2019, una metástasis a pulmón en mayo de 2020 y una amenaza de osteomielitis, que es una infección en el hueso del muñón; por lo que tuvieron que intervenirlo 6 veces entre julio y agosto de 2020.

A raíz de la amputación, Pato se unió al equipo de basquetbol en silla de ruedas y en octubre de 2019 participó en los Juegos Paralímpicos nacionales, en los que ganó la medalla de plata. “Ese logro fue importante para motivarlo” recuerda su madre, quien reconoce que con la pandemia se cancelaron los entrenamientos y eso desmotivó a su hijo.

Las rehabilitaciones vía zoom son más complicadas que de manera presencial, relata Pato, ya que, aunque el rehabilitador le puede ver haciendo el ejercicio, muchas veces es complicado saber si lo está haciendo de la manera correcta o no.

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