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Tendencias en movilidad que perdurarán después del COVID-19

Ahora sí, la OMS recomienda usar tapabocas en sitios públicos / Foto: AP
Ahora sí, la OMS recomienda usar tapabocas en sitios públicos / Foto: AP

El cubrebocas en viajes de 70 minutos en transporte público controla contagios Redacción Ante el gradual desconfinamiento a nivel mundial y las campañas de vacunación en diversos países, se tiene la expectativa de que durante el segundo semestre del 2021 o inicios del 2022, la movilidad de las grandes ciudades podrá regresar a una etapa … Leer más

El cubrebocas en viajes de 70 minutos en transporte público controla contagios

Redacción

Ante el gradual desconfinamiento a nivel mundial y las campañas de vacunación en diversos países, se tiene la expectativa de que durante el segundo semestre del 2021 o inicios del 2022, la movilidad de las grandes ciudades podrá regresar a una etapa parecida a la era pre-COVID-19.

Sin embargo, algunos de los hábitos y costumbres traídos con la contingencia sanitaria se estima permanecerán dentro del panorama de la movilidad urbana.
“En un año, los hábitos de movilidad de los habitantes de las grandes ciudades han cambiado radicalmente”, afirmó Juan Carlos Abascal, director de Soluciones de Movilidad LatAm en Mobility ADO.

“Principalmente, los usuarios de servicios de transporte público conciben un trayecto a su trabajo o casa de forma diferente, algo a lo que tanto autoridades como proveedores de estos servicios deberán adaptarse lo antes posible”, aseguró.

Detalló que se perciben hábitos o tendencias en movilidad, que surgieron con el COVID-19 y permanecerán en el día a día de las grandes urbes, como es el uso del cubrebocas, ya que, diversos estudios indican que la posibilidad de contagio en el transporte público es alto y es evidente la importancia del correcto uso de cubrebocas, algo que seguirá presente en los siguientes años tanto en servicios de taxi como en transporte público.

De igual forma, ciertos hábitos o recomendaciones deberán persistir entre la población para hacer de estos espacios ambientes mucho más seguros. Tan sólo en la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, se detectó a través de un modelo de análisis en distintos escenarios, que, con adecuada ventilación, mínimos movimientos y habla, así como el correcto uso de cubrebocas, el riesgo de transmisión en transporte público es menor al 0 por ciento, en un viaje de hasta 70 minutos.

Otra tendencia que perdurará es el pago sin contacto. Ante la contingencia sanitaria, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendó utilizar, en la medida de lo posible, métodos de pago “libres de contacto”.

Si bien era ya una tendencia importante en sistemas de transporte público e incluso, opciones de micromovilidad, el COVID-19 aceleró el proceso para que gran cantidad de ciudades y concesionarios de transporte público analicen adoptar el esquema de pago por tarjeta digital.

Esta medida, no sólo evita que haya mayor contacto entre operadores y usuarios, sino que también ha facilitado, en muchos casos, la experiencia de viaje de éstos.
La micromovilidad, que ante la probable permanencia del home office y la búsqueda de modos individuales de transporte, las opciones de micromovilidad serán un punto focal para las grandes ciudades.

Siendo la bicicleta, patines o patinetas motorizadas, sistemas que se convertirá no sólo en “moda” sino en necesidad, por lo que incluso la infraestructura de las urbes tendrá que modificarse con el paso del tiempo para dar preferencias a estas opciones.

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