‘Costosa e inútil, la consulta para enjuiciar a expresidentes’

El costo será de 8 mil millones de pesos

Juan Hernández

El Vicecoordinador de la bancada del PAN en el Congreso de la CDMX, Christian Von Roehrich de la Isla, afirmó que la determinación mayoritaria adoptada por la Suprema Corte de Justicia, resulta desafortunada e incomprensible, ya que debilita el estado constitucional de derecho y quebranta la división de poderes, pues a su decir la “ley no se consulta se aplica”:

“El proyecto de resolución del ministro Luis María Aguilar Morales preveía declarar inconstitucional la consulta popular para enjuiciar a expresidentes, pues a decir del ministro ponente en la revisión de la constitucionalidad de dicha consulta existía un concierto de inconstitucionalidades, de entre los argumentos relevantes destaca que el objeto de la consulta popular que solicitada, se consideraba inconstitucional, pues someter a consulta si la mayoría está de acuerdo o no en que las autoridades competentes investiguen, persigan y sancionen los delitos que pudieran ser cometidos por los expresidentes de la República”, dijo.

Agregó que esto “implica sujetar a la condición o elección de una porción de la población, cualquiera que sea su número, si las autoridades deben cumplir con sus obligaciones de protección de los derechos humanos, pero sobre todo, implicaría desvirtuar la finalidad de la consulta popular que, como derecho humano, busca maximizar la voz de la ciudadanía y fortalecer sus derechos, nunca disminuirlos, como podría suceder si el resultado de una eventual consulta fuera a favor de no investigar, perseguir y sancionar los delitos, lo cual generaría un fraude a la Constitución y al pueblo de México. Es por esta razón que la “ley no se consulta se aplica”.

El diputado panista, precisó que esta resolución genera un muy pernicioso precedente que más adelante puede ser utilizado contra cualquier persona que con imputaciones falsas, por vendettas personales o políticas cualquiera puede ser sujeto de una acción punitiva por un falso e incluso inducido clamor popular tal y como sucedía en la edad media, en donde por cierto no existía la división de poderes, misma que evidentemente con la determinación de la Suprema Corte queda claro que se desdibujó ante el Poder Ejecutivo, quien amagó a los ministros con amenazas veladas para declarar constitucional este capricho presidencial. Von Roehrich, destacó también que, aún cuando el resultado de dicha consulta sea el que se juzgue a los expresidentes esto no necesariamente obliga a que realmente exista dicho juicio en su contra, pues de acuerdo con el legislador local:

“Primero debe formularse una denuncia, como consecuencia de ello debe iniciarse una carpeta de investigación en donde se ofrezcan pruebas, y los imputados tengan la oportunidad de defenderse, luego la propia Fiscalía General deberá determinar si las pruebas ofrecidas son pertinentes para ejercitar la acción penal correspondiente y en su caso turnarse a la autoridad jurisdiccional competente y esta a su vez debe evaluar si procede imponer una pena o no conforme a derecho de acuerdo a la imputación formulada por la Fiscalía, por lo que, la sola consulta popular no garantiza que necesariamente se les acuse y se les juzgue, de modo que esta consulta resulta ser una farsa un circo.”

Finalmente, el también integrante de la Junta de Coordinación Política en el Congreso capitalino, Christian Von Roehrich, puntualizó que esta consulta resulta ser un capricho costoso e inútil del Presidente pues esta demostrado que el costo de dicha consulta popular absolutamente innecesaria será de 8 mil millones de pesos, estos recursos deberían de ocuparse en apoyos a desempleados, reactivar pequeños negocios, garantizar el abasto de medicamentos y tratamientos para niños con cáncer, es evidente que el único objetivo de esta consulta es hacer propaganda político-electoral en el marco del proceso electoral de 2021 a costa y en perjuicio de los mexicanos, sin importar la precaria situación en materias económica y de salud en la que se encuentren el país, López Obrador es sin duda el presidente más indolente de la historia.