Policía de Hong Kong ataca con gas y garrotes a marcha

Los disconformes, vestidos de negro, pasaron por Yuen Long aunque la policía se negó a autorizar la protesta

La policía de Hong Kong, con gases lacrimógenos y garrotes, intentaba dispersar ayer a los manifestantes que desafiaron la advertencia de las autoridades para no marchar por un vecindario donde, seis días antes, una turba atacó supuestamente a varias personas en una estación de tren.

Los disconformes, vestidos de negro, pasaron por Yuen Long aunque la policía se negó a autorizar la protesta, lo que se causó un elevado riesgo de choques entre manifestantes y residentes en la zona.

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Para los asistentes fue una muestra de desafío contra los agresores anónimos, que vestían de blanco y golpearon a docenas de personas el domingo pasado.

Las calles de Yuen Long se convirtieron en un mar de paraguas con el inicio de la marcha vespertina. Símbolo de las protestas que sacudieron el territorio semiautónomo chino en 2014, los paraguas se han convertido en una herramienta para ayudar a los disconformes a ocultar su identidad ante las cámaras de la policía y para protegerse de los gases lacrimógenos y del espray de pimienta. Algunos llevaban máscaras para taparse el rostro.

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Menos de tres horas después del inicio de la marcha, agentes dispararon gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud, que según la policía, estaba agresiva.

Las multitudinarias protestas en Hong Kong comenzaron el mes pasado para rechazar un proyecto de ley de extradición que habría permitido que los sospechosos fuesen juzgados en la China continental. La iniciativa se suspendió, pero las demandas de los disconformes aumentaron para incluir elecciones directas, la disolución de la legislatura actual y una investigación sobre la supuesta brutalidad policial en el territorio.

AP/MAA