Embrujo de amor entre José López y los Gallos Blancos

El mítico portero de los años sesenta nos abrió las puertas de su casa en San Miguel de Allende, habló de la nostalgia por haber pertenecido a los Gallos Blancos de Querétaro

Francisco Pérez / Natalia López

En uno de los cerros que rodean la bella San Miguel de Allende vive quien fuera dueño de las ‘llaves’ de la portería queretana en los años sesenta. José ‘Brujo’ López es un romántico enamorado del futbol y de los Gallos Blancos de Querétaro, de quien recuerda con añoranza los mejores años de su vida.

Su casa es un museo, en el que comparte con quien lo visita algunas de las tardes más gloriosas de un equipo históricamente golpeado por los azares de la vida, pero que a pesar de los pesares ha sobrevivido en el tiempo y se ha convertido en un mito para la afición queretana. “Yo jugaba por gusto, por amor al juego, desde niño andaba en los campos jugando futbol”, comentó con alegría mientras presumía una foto en la que aparece de niño con jugadores amateur.

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Don José ‘Brujo’ López participó con Gallos Blancos a finales de los años sesenta y principios de los años setenta. Era el portero titular de un equipo que competía en la Tercera División Profesional del balompié mexicano. Aquellos años estuvieron marcados por los intentos de ascenso a Segunda Divisón y por partidos memorables en que se demostraba que lo más importante era el orgullo de defender a la ciudad que representabas.

“Me seleccionaron para jugar en Gallos Blancos, yo participé en muchas ligas amateurs de aquí de San Miguel de Allende, me gustaba mucho vestir de suéter negro, tenía uno muy bonito con una Q en el pecho”, comentó ‘Brujo’ López.

Existe un partido que pocos aficionados recuerdan, ocurrió en 1969, Gallos Blancos fue campeón de Copa en la Tercera Divisón; a la postre le permitió jugar el título de Campeón de Campeones que también conquisto. En esos años el futbol mexicano era muy regional, solo los equipos de la capital y ciudades más grandes tenían acceso a la división de honor, por lo que era común que en otros lugares existieran buenos exponentes regionales que incluso hubieran podido dar batalla a equipos de ‘primer nivel’.

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“El mote es lo más importante, ese siempre ha existido, la gente siempre seguirá a los Gallos Blancos de Querétaro”, reconoció José López, quien hace cinco años fue invitado para formar parte del once de gala histórico y ‘alinear’ de manera simbólica en la cancha del Corregidora con jugadores de la talla de Mauro Gerk, Silvano Tellez, Abel Ortega, Felipe Malibran o Margarito González.

José López recuerda con mucha claridad esos momentos en que tuvo la oportunidad de hacer lo que más le gustaba. Recuerda que el futbol era diferente y que cuando no pudo sostener a su familia con el recurso que obtenía de defender a Gallos no le quedó más remedio que trabajar en otras áreas y guardar el recuerdo de aquellos años de gloria. A lo lejos agradece a sus compañeros y aficionados, con quienes siempre comulgó y ayudo a forjar la identidad de un equipo que hoy cumple 70 años de vida.