El telescopio espacial James Webb alcanzó su órbita final, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, desde donde podrá observar las primeras galaxias del universo, confirmó este lunes la NASA.
Desde allí, el nuevo telescopio espacial observará los confines del universo y se espera que pueda revolucionar nuestra comprensión de los orígenes del cosmos y la formación de galaxias, entre otros retos astronómicos.