Inquieta seguridad de trenes a su paso por la entidad

Jorge Peralta, gerente de relaciones con Gobierno para El Bajío de la empresa Ferromex, relató a AM de Querétaro que el número de incidentes reportados durante mayo ascendió a 41 intentos de robo, cuando estos ya se habían disminuido casi a cero

Khalid Osorio

La región de El Bajío comienza a considerarse como un punto rojo para el paso del ferrocarril debido a los constantes intentos de robo que se presentan en la zona. Los puntos críticos en la entidad se encuentran en los municipios de Tequisquiapan, San Juan del Río y El Marqués.

Jorge Peralta, gerente de relaciones con Gobierno para El Bajío de la empresa Ferromex, relató a AM de Querétaro que el número de incidentes reportados durante mayo ascendió a 41 intentos de robo, cuando estos ya se habían disminuido casi a cero.

“Habíamos tenido muy buen trabajo y logrado disminuir casi a cero el porcentaje de incidencias al cierre del año pasado. Este año comenzó a incrementarse y ya el mes pasado tuvimos alrededor de 41 intentos de robo en esa zona”, dijo Jorge Peralta respecto a la zona de El Bajío.

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Comentó que mantenían reuniones de seguridad con el secretario de Seguridad estatal, pero estas se interrumpieron a raíz de la pandemia por COVID-19 y no se han retomado.

Como medida extraordinaria, las empresas decidieron contratar seguridad privada para custodiar el cargamento de los vagones que van desde granos hasta piezas automotrices que se dirigen a armadoras en otras entidades.

Reveló que algunas administraciones, sin revelar cuáles, se lavan las manos al decir que es competencia de las autoridades federales. No obstante, dijo que se requiere una coordinación entre los tres órdenes de Gobierno, ya que las mercancías que son sustraídas se comercializan en los alrededores.

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“En ocasiones, muchas autoridades dicen que es una vía federal de comunicación, pero en realidad es un trabajo coordinado de todos, porque se impacta a las empresas y las mercancías que llegan a sustraer son vendidas en el mercado negro en las zonas y se vuelve un problema local también”, mencionó el gerente de Ferromex.

Las consecuencias por detener un ferrocarril se multiplican más allá de las entidades, pues principalmente se detiene la cadena productiva.