Anúnciate aquí

Explica experto las implicaciones de quedarnos sin insectos

Robert Jones lleva 25 años investigando la diversidad de insectos que hay en Querétaro. El panorama que describe hoy es preocupante Julián Istilart El trabajo realizado por el investigador Robert Jones en Querétaro ha rendido frutos. Hoy, la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) tiene un acerbo con miles de … Leer más

Robert Jones lleva 25 años investigando la diversidad de insectos que hay en Querétaro. El panorama que describe hoy es preocupante

Julián Istilart

El trabajo realizado por el investigador Robert Jones en Querétaro ha rendido frutos.

Hoy, la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) tiene un acerbo con miles de especies de insectos nativos de la región. Además, la compañía neerlandesa de control biológico para la agricultura Koppert, con base en el Estado, cuenta, gracias a este científico, con una solución para atacar a una de sus plagas más agresivas: el picudo del chile.

“Los curculionidae (picudos) es el grupo que he trabajado más. Tengo alrededor de 300 especies identificadas. Con Koppert trabajamos en tener un agente de control biológico para el picudo del chile; una avispita. Los ayudé en su reproducción masiva. Estoy trabajando con otros picudos cercanos al mismo género y buscando enemigos naturales”, describe el doctor en entomología por la Universidad de Texas.

Las avispas parasitoides funcionan en el control de una plaga al insertar en los individuos no deseados huevos que en pocos días eclosionarán dentro del cuerpo del organismo plaga, matándolo. Mientras estas avispas tengan néctar que comer, contarán con la fuerza necesaria para reproducirse y terminar por controlar la plaga.

Para tener presentes a estos organismos benéficos en los cultivos, Jones recomienda el control biológico de conservación. Este método consiste en tener alrededor o intercaladas en la parcela cultivada, plantas hospederas de estas avispas parasitoides y de otros insectos depredadores de las plagas que se alimentan del cultivo.

“No siempre, pero generalmente las milpas chiquitas, lejos de las áreas agrícolas, no tienen tantos problemas con plagas, porque sí tienen muchos enemigos naturales. Es cuando se hace más grande el cultivo, y más aun si es monocultivo, cuando se tienen más problemas en el manejo. Una milpa pequeña se vuelve parte del ecosistema extendido de los alrededores”, explica el científico nacido en Massachusetts.

El cambio en el patrón de precipitaciones visto en los últimos años en Querétaro y otras regiones de México genera un desequilibrio medioambiental en estos ecosistemas tan frágiles. Asimismo, los insecticidas genéricos, que matan a una amplia variedad de insectos, son mucho más mortíferos para las avispas parasitoides que para las plagas. En otras palabras, en una aplicación de insecticida contra una plaga, uno se está llevando también a sus enemigos naturales.

“No quiero ser pesimista, pero yo observo lo que han reportado muchos. Por ejemplo, cuando vamos a la Sierra con mis grupos de estudiantes, llevamos una lámpara ultravioleta para colectar en la noche. Voy al mismo lugar, en la misma época del año, a San Juan de los Durán, el lugar más húmedo de Querétaro. Es notable que no llega el mismo número de insectos a la luz.

“Los insectos son el primer nivel trófico entre los herbívoros y son comida para las aves. Entonces, es preocupante. Acá en Juriquilla no he notado tanto el cambio, porque ya es un ambiente perturbado, pero en la Sierra sí, en la abundancia de los insectos”, cuenta el entomólogo, quien identificó 51 especies de abeja en un año, “una submuestra de toda la diversidad de abejas que hay”. Una de estas abejas es la polinizadora específica para algunas cactáceas que hoy están en peligro de extinción en Querétaro.

Protección fitosanitaria de cultivos básicos permitirá la autosuficiencia alimentaria

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí