Santuaai, un espacio para una vida digna de animales silvestres

Gonzalo Flores y Estrella Álvarez

Los tres tigres de bengala -dos hembras y un macho- poco a poco se recuperan en el Santuario de Animales Silvestres Santuaai, en el municipio de Ezequiel Montes, del estado de desnutrición y maltrato al que fueron expuestos en la Ciudad de México, en la Fundación Black Jaguar-White Tiger.

De ahora en adelante, ese será su nuevo hogar. Fernanda Quinzaños y Eduardo Urquiza, fundadores del espacio, recibieron a AM de Querétaro para realizar un recorrido en el santuario.

Fernanda contó que por ahora, los tres tigres, que han recuperado peso y han mejorado sus condiciones, están en periodo de adaptación en su nuevo espacio y todavía no pueden convivir los tres juntos. Por las condiciones en las que se encontraban en Ciudad de México, los tres presentan altos niveles de estrés.

“Nosotros estamos comprometidos con el rescate y la rehabilitación de animales silvestres así que decidimos levantar la mano y rescatar a tres ejemplares de tigres de bengala provenientes de Black Jaguar-White Tiger. Eran animales desnutridos, animales con una muy mala dieta, también con mucho estrés y estereotipias, en sus albergues no tenían enriquecimiento como los que tienen aquí en Santuaai, pues aquí tienen piedras, troncos, una palapa, una charca grande, árboles, tienen un montículo de arena para que se tallen, allá en Ciudad de México no había nada, solo había pasto, por lo que estos animales estaban aburridos”, explicó.

Aunque no es el caso de los tres ejemplares que llegaron a Santuaai, Fernanda contó que ese estrés generó incluso que muchos de los tigres que estaban en Black Jaguar-White Tiger se mutilaron sus colas ellos mismos antes de la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Fernanda Quinzaños consideró que dos de los tres tigres presentan alto grado de estrés y estereotipias, que se conoce como ‘el mal de jaula’, cuando realizan movimientos en círculos en un espacio pequeño aunque tengan amplitud para moverse.

Por ahora, se les permite salir uno por uno a su albergue, pero la idea “es que los tres vivan juntos, ellos vivían allá con otros tigres, pero queremos que se cree un grupo de macho con dos hembras que puedan vivir juntos, aunque serán esterilizados ya que los tres presentan una degradación importante de sus líneas genéticas”.

Fernanda resaltó que el origen antes de su estancia en Black Jaguar-White Tiger es desconocido. Incluso dos de ellos no tenían registro ni chip, por lo que seguramente fueron adquiridos de forma ilegal en el pasado.

Son cien grandes felinos, de un total de 177, los que han sido reubicados a instituciones afiliadas a la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), entre ellas, Santuaai.

NUEVA OPORTUNIDAD DE UNA VIDA DIGNA

Santuaai busca darle la oportunidad de una vida digna a todos los animales rescatados que lleguen ahí. Actualmente, Eduardo Urquiza informó que el santuario cuenta con 15 animales ya en sus albergues, como leones, pumas, osos negros y monos araña, además de los tres tigres de bengala.

“El santuario tiene una capacidad para albergar 30 especies, ahorita tenemos un poco más de 15 animalitos de cuatro especies. Por ejemplo, los tres monos araña los recibimos la semana pasada, son sumamente cariñosos con el humano y llegan aquí producto de tráfico ilegal que desafortunadamente abunda en México, pero es una especie que ya no se puede reintegrar a su hábitat natural. Es un proyecto que está creciendo rapidísimo y vamos a tener que parar en cierto punto para que no nos pase como el caso muy sonado de Black Jaguar-White Tiger”, comentó.

En el recorrido realizado por Santuaai, se constató que los albergues de los animales ya están concluidos. En construcción se encuentran un auditorio al aire libre que servirá para la concientización de los visitantes cuando se abra al público en general. También se realizan los últimos acabados a la zona de estancias para los médicos veterinarios que trabajarán en el lugar, así como las oficinas administrativas, la zona de cocina y la zona de convivencia.

Serán 22 hectáreas de un terreno para un espacio que se volverá una parada obligada de la Ruta del Vino y el Queso. En ellas, se desarrollarán tres principales ejes: rehabilitación y conservación de especies que atravesaron maltrato o tráfico ilegal; conservación de líneas genéticas puras y educación y concientización en torno a que los animales salvajes o silvestres no deben ser mascotas.

Su apertura al público en general se estima para abril de 2023, aunque en el mes de octubre se espera comenzar con experiencias personalizadas.

“Terminando la construcción, faltan dos edificios y la entrada que es muy sencilla, hacer la limpieza general del lugar y ya en octubre queremos empezar con experiencias personalizadas, grupos reducidos de 10 personas al día para que hagan el recorrido y que puedan darles de comer a los tigres, a los leones, a los osos, que se les suban los monos, la semana próxima llegan algunos canguros rojos y que puedan entrar con ellos”, adelantó.

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