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El dolor crónico, una lucha diaria para deportistas

Los deportistas están acostumbrados a competir con lesiones  que derivan en dolor crónico. / Foto: Cuartoscuro
Los deportistas están acostumbrados a competir con lesiones que derivan en dolor crónico. / Foto: Cuartoscuro

La OMS estima que, en la última década, se han sumado otros 30 millones de individuos que sufren de un dolor constante

Juan Carlos Machorro

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que, en la última década, se han sumado 30 millones de personas alrededor del mundo que sufren un dolor constante y que les hace vivir con cuidados paliativos de forma permanente.

Las personas que sufren de algún tipo de dolor, en muchas ocasiones se acostumbran a vivir con el padecimiento.

Por ejemplo, los deportistas profesionales exigen mucho a su organismo y, en la mayoría de los casos, no ponen la atención adecuada a los dolores o lesiones que padecen, así como al desgaste de su cuerpo y como estas comienzan a afectar su calidad de vida y, en México, muchas veces no existen esquemas de salud para atender dichos padecimientos.

Un sector profesional que no tiene datos reales, por falta de investigación y por ser una actividad profesional que no es contemplada para otorgar seguridad social y prevención del dolor y lesiones es la del gladiador de lucha libre profesional.

Diversos luchadores aceptan vivir con dolor constante sin atención adecuada, José Luis Mendieta ‘Rambo’ –un adulto con más de 60 años de edad-, de forma permanente cojea de una pierna, acepta que, al comenzar con dolores en las articulaciones por lesiones, él y muchos luchadores de antes y actuales sólo toman algunas pastillas, usan ungüentos, se aprietan más los vendajes y lo dejan pasar, hoy, acepta que su pierna ‘le responde mal’ y sufre de dolor al caminar; se declara arrepentido de no haber prestado atención al dolor en su cuerpo en su juventud y ahora, como adulto mayor, tiene que cojear de forma permanente.

Al respecto, el doctor Gustavo Zavaleta Medina, coordinador médico de la Comisión de Lucha Libre de la Ciudad de México, que tiene más de 40 años de atención a gladiadores independientes como de las dos grandes empresas del país, la Triple A y el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), detalló que “no es normal vivir con dolor, gracias a empresas como el CMLL ya se tienen nuevos reglamentos de atención médica, de otra manera no se les permite luchar. Pero debemos tener claro que solo se les protege en las funciones, no es un esquema de tiempo completo como es el sistema de la seguridad social.

“La juventud hace que las personas piensen que es normal sentir dolor y no lo es, el dolor es un síntoma de que el cuerpo tiene algo mal. Los muchachos no lo quieren creer y, cuando eres viejo, entonces padeces de vivir de forma permanente con dolor. Un ejemplo que tenemos es el de la propia negativa de los luchadores por atenderse, hace años se tuvo la iniciativa de quitarles 10 pesos de su salario para que tuvieran servicio médico. Sin embargo, fue mínimo quienes aceptaron”, mencionó el especialista.

Recordó que, tras casi 40 años de experiencia en atención a los gladiadores, estos, acaban su carrera sin dinero, viejos y con un grave dolor por lesiones no atendidas en los huesos, músculos y articulaciones. “La vejez es normal, existen enfermedades como cáncer, artritis, etcétera, pero, lo más doloroso, es la pobreza económica de los gladiadores que no piensan en el futuro”.

“He visto luchadores que les cuesta mucho trabajo el caminar y empiezan con analgésicos y luego adoptan medicinas más fuertes para poder luchar, situación que no debiera pasar. En el sexenio pasado federal el Seguro Popular era el que los atendía y ahora es el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que atiende a los gladiadores para recibir atención médica en varios grados. Es lo único que existe para el gremio de integrantes de deportes de contacto en México, pues pese a diversos intentos es una profesión que no es adoptada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para tener una seguridad”, detalló.

Laboratorios médicos etiquetan el dolor como una respuesta fisiológica de corta duración ante circunstancias de algún trauma como fracturas, esguinces o heridas, también se presenta por eventos quirúrgicos (después de una cirugía) o por enfermedades patológicas agudas como lumbalgia aguda y traumatismos.

Mientras que, el dolor crónico se manifiesta de manera persistente, episódica o recurrente y su intensidad o severidad afecta la funcionalidad o las condiciones de vida de quien lo padece. Está relacionado con padecimientos preexistentes. Este tipo de dolor puede provocar depresión, ansiedad e ira, al no encontrar alivio de forma permanente o rápida. Puede mantenerse por más de tres a seis meses a partir de su inicio.

De acuerdo con el tipo de dolor que diagnostique el especialista, el tratamiento debe ser integral desde su aparición. “El alivio del dolor es un derecho universal de los seres humanos estipulado en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas desde el año 2000, por lo que diversas instituciones de salud deben atenderlo de manera adecuada, con la finalidad de devolverle al paciente una buena calidad de vida”, se detalla.

Tras realizar una investigación periodística y consultar a diversos sectores de salud pública, se pudo comprobar que, pese a diversos anuncios en años pasados sobre atender el dolor y lesiones de boxeadores, artemarcialistas y luchadores profesionales, la realidad indica que esto no ha ocurrido.

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