La educación de Querétaro, para el mundo

Estrella Álvarez

En la capital de Querétaro, hace dos años, cuando empezó la pandemia, la profesora Jemima Peláez comenzó un movimiento que ha llamado la atención a nivel nacional e internacional.

Con ayuda de voluntarios, da clases en los semáforos a los niños que acompañan a sus padres a trabajar y que ahora que regresó la ‘normalidad’, no pudieron volver a las escuelas, algunos de ellos, sueñan con regresar al kínder, a otros, la falta de un acceso a la tecnología les dejó un retraso de tal manera que ya no les fue posible seguir un año escolarizado y se incorporaron al del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

Este programa no solo da cabida a los menores que dan acompañamiento a sus padres en sus trabajos diarios en los semáforos o ventas de artesanías, sino aquellos que sí tienen una residencia en la zona metropolitana pero que van con un retraso significativo.

La iniciativa “En el Semáforo se Aprende” fue tan exitosa, que ha sumado a menores de paso al ser migrantes que ya han pedido a la profesora asesoría para replicarla.

Los estudios de los menores tienen reconocimiento oficial, a través del Consejo Nacional de Fomento Educativo.

“’El Semáforo’ empieza a crecer y actualmente somos 30 semáforos activos de diferentes puntos del estado de Querétaro. Ya también estamos en Jalisco, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, y hemos compartido el proyecto pedagógico a dos países más, a Colombia y a Nicaragua”, mencionó la maestra.

Carlitos es un pequeño de escasos 6 años de edad que pone atención a las canciones que le pone su profesora que va algunos días a la semana, y emocionado llega con una mochila y lápices de colores.

Dice que el coronavirus le arruinó ir a la escuela, a la que sueña regresar: “Solo esta, pero en la casa si (Sí ibas a la escuela con tus compañeros), nada más que allá ya no salí (¿Por qué?), No sé, pero todos dijeron que por el coronavirus (Y desde entonces ya no has regresado a la escuela) No. (¿Si te gustaría regresar a la escuela?) Aja, quiero regresar al kínder algún día”.

Otro de los menores que asisten a uno de los 30 grupos que dijo que comenzó a tomar clases en línea pero dejó de hacerlo cuando se le descompuso su tableta y ya no hubo dinero para otra. Él iba en quinto de primaria en la colonia Los Héroes en el municipio de El Marqués.

Esto provocó que se retrasara en el año escolar y ya no fue posible recuperarlo porque además no podía estar solo en casa para tomar las clases por televisión.

Y hoy, a pesar de la normalidad, no regresó a la escuela y no sabe qué pasará con él, pero se emociona cuando llega la profesora a dejar tareas y contarles el cuento de ‘El león y el ratón’, aunque ya no baila con los más pequeñitos.

Sus padres, que observaban a la distancia, trabajan en la construcción o vendiendo artesanías en el Centro Histórico.

Santiago Gervacio, proviene de Amealco y trabaja en la construcción haciendo trabajos de albañilería y solo en este ciclo escolar dejará a sus pequeños en este sistema educativo porque para el otro, le recomendaron inscribirlo en un escolarizado para tener una de mayor calidad.

“Antes de empezar la pandemia si estaba, pero de ahí ya no siguieron estudiando y el próximo ciclo lo vamos a inscribir en una escuela. (Y, ¿va a ser aquí?), si va a ser aquí en Querétaro”.

El proyecto ‘En el semáforo se aprende’ en Querétaro, es formalmente una asociación civil que busca apoyar también económicamente a los pequeños a través de padrinos. Los interesados en hacer donativos pueden comunicarse al 442 226 9362.

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