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Vuela con alas de Paloma

Hoy tiene 26 años de edad y una historia que contar, gracias a que nunca perdió la fe. Fotos: cortesía de la Familia Galván Ávila.
Hoy tiene 26 años de edad y una historia que contar, gracias a que nunca perdió la fe. Fotos: cortesía de la Familia Galván Ávila.

A los 10 años de edad inició su lucha contra este monstruo que lucía imbatible. Gracias a un transplante de médula ósea… lo cuenta Carlos Uriegas Frederick es el nombre de batalla, como conocen a este joven que luchó por 13 años contra la leucemia y quien hoy puede decir con orgullo que es un … Leer más

A los 10 años de edad inició su lucha contra este monstruo que lucía imbatible.
Gracias a un transplante de médula ósea… lo cuenta

Carlos Uriegas

Frederick es el nombre de batalla, como conocen a este joven que luchó por 13 años contra la leucemia y quien hoy puede decir con orgullo que es un sobreviviente, ejemplo vivo de lo que es enfrentar y vencer al cáncer gracias a su esfuerzo, el apoyo vital de su familia y, en especial, de su pequeña hermana Paloma.

Tenía diez años cuando sintió una punzada en la entrepierna, era la primera señal de dolor, el cual iría y vendría de forma constante a lo largo de su primera juventud.

“Un lunes que tenía que ir a la escuela sentí eso. Se me quitó y el martes fui. El dolor volvió el miércoles en la otra entrepierna y luego en las dos piernas. A las dos semanas ya no podía caminar”, recordó Frederick, quien tuvo un primer diagnóstico de posible fiebre reumática.

Los estudios médicos llegaron para quedarse por buen tiempo en la rutina diaria del niño de 10 años.

“Un día no me pude levantar, lloraba por el dolor por lo que me llevaron al Hospital del Niño y la Mujer, donde desperté al otro día en urgencias y con un parche en la médula ósea”, se remontó Frederick a septiembre de 2005, cuando las fiestas patrias las pasó internado para recibir su primera quimioterapia.

“Tienes cáncer”

Cuando cursaba quinto de primaria, pensaba que tenía una enfermedad como cualquiera.

“La doctora Irma Delia Rosas me dijo que tenía cáncer. Fue la primera vez que estaba en contacto con esa palabra. Pensaba que era como una gripa, que con una medicina todo se arreglaría. Comencé con tres años y medio de quimioterapias (contra la leucemia) a veces en ciclos ambulatorios y otras me tenían que internar”, narró Frederick, quien comenzó a perderse las reuniones con sus compañeros.

“Mis defensas estaban bajas, por lo que todo el tiempo estaba en casa… Caí en una depresión muy grande al ver la preocupación de mis papás, estuve un año tirado en cama sin querer hacer nada.
“Recuerdo que lo que me deprimió fue cuando la doctora me explicó lo que tenía: ‘tienes cáncer en la sangre y tu tratamiento va a durar tres años y medio o cuatro’. Ahí fue cuando caí en depresión”.

Su patio de juegos fue el Hospital del Niño y la Mujer y las charlas con amigos eran sobre medicamentos, del metrotexato y sus efectos, como la estomatitis (inflamación bucal), daños hepáticos, erupciones en la piel y pérdida de cabello.

“Nos recomendábamos medicinas para combatir las náuseas como el Zofran, pero que a mí me producía justo el efecto contrario”, recordó.

La llegada de Amanc

El cáncer, además de afectar la salud de quien lo padece, daña, entre varias cosas, a la economía familiar. Los ingresos no eran suficientes para cubrir los tratamientos, pero el arribo de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) fue un apoyo y contacto para que Frederick pudiera acceder al Seguro Popular.

“Sandra de Anda, ex presidente de Amanc, nos acercó al Seguro Popular, fue un gran alivio y, cuando no había medicamento, Amanc lo conseguía”, agradeció el joven que hoy cuenta con 26 años.

Frederick, hijo de Jaime Galván Bárcenas y María Anel Ávila Ruiz, compartió el recuerdo de ver cómo sus padres se quedaron sin el negocio de la casa, una tienda,  su angustia y sufrimiento. Muchas veces les ocultaba sus molestias para no preocuparlos más.

Recuerdo que tenía 10 años cuando un lunes que tenía que ir a la escuela sentí un dolor muy fuerte en la entrepierna, se me quitó y el martes fui a la escuela, pero el dolor volvió”

Frederick Galván
Sobreviviente queretano al cáncer

Vida normal, pero…

Terminó el primer tratamiento durante la secundaria, entró a la preparatoria y comenzó a trabajar en una estación de radio, con ganas de aprender sin importarle que no le pagaran. Tenía una vida normal, una novia, y a la edad de 18 años volvió al hospital, porque tenía un mes con sangrados constantes en nariz y encías.

Las bromas que siempre hacía al llegar al hospital no tuvieron el mismo efecto. La seriedad de la doctora se mantuvo a pesar de la frase que buscaba romper el hielo.

“Por mi edad, era la última vez que me iban a dar consulta en el Hospital del Niño y la Mujer. Recuerdo a la doctora: ‘siéntate por favor, hay algo que no me gusta, probablemente es una recaída’. Te juro que al escuchar esto mi mente se puso en blanco, no supe qué hacer, qué decir, me bloqueé. Ya no la escuchaba. Recuerdo que salimos del hospital y mi mamá me dijo: ‘vámonos’. Le dije que me iba a ir solo. Me subí a un camión y me quedé en un parque que encontré. No quería llegar a mi casa. En la noche volví y mis papás estaban llorando”.


La mejor opción

Frederick fue recibido en el Instituto Nacional de Cancerología, en donde se confirmó que el cáncer había regresado. Las quimioterapias no fueron recomendadas y el tratamiento señalaba que el trasplante de médula ósea era la mejor opción.

“Nos recuperábamos del primer golpe económico cuando llegó esto. Al costoso tratamiento previo había que sumar los gastos por viajar seguido a (la Ciudad de) México, pero al volver de Querétaro nos llamaron de Amanc para decirnos que nos iban a apoyar. Le dije a Sandra (De Anda) que no quería volver a ver sufrir a mi familia, teníamos planes para el futuro y yo no quería estropearlos, pero me dijeron que no me iban a dejar solo y me apoyaron con los gastos el transporte Amanc México y la psiconcóloga”, describió.

Entre sus amigos y compañeros de la estación de radio colaboraron para conseguir los 30 donadores de sangre que se requerían, hubo colectas, aportes económicos, bingos en casinos, rifas, que en total juntaron más de un millón de pesos, pero la ayuda principal vendría de su propia sangre.

Las alas

La responsabilidad de ser el hermano mayor es algo que nunca perdió, sostuvo.

“Nunca quise que mis (tres) hermanas me vieran decaído, que me vieran mal. Sí llegué a ver compañeros con otra actitud, que abusaban de ese poder que tenemos al estar enfermos, como pretexto o justificación para lograr cosas”.

Frederick tenía 21 años cuando se hizo el trasplante. La donadora fue su hermanita Paloma, la única que era compatible al 100 por ciento. La más pequeña de la familia, a sus siete años mostró valor y amor por su hermano.

“Cuando recibí el correo en el que me informaban que Paloma era compatible al 100 por ciento, me salí a llorar fuera de mi casa para que nadie me viera. Sentí mucho miedo por lo que pudiera pasarle. En la Ciudad de México la trataban como reina en un hospital para adultos. Era una celebridad, recibía dulces, peluches. Sabían que me iba a salvar la vida. Tras una quimioterapia, llegué a la habitación (de la clínica). Ella también se sentía mal, se me acercó y me dijo:  ‘Ya hermanito, ya me sacaron mi sangre y dice la doctora que te la voy a poder dar toda para que puedas estar bien’, dijo Frederick con el agradecimiento hacia Paloma, hoy de 16 años.

“Ella es lo mejor que me ha pasado, sin ella hoy no estaría yo aquí”.

Con apenas siete años Paloma Galván se convirtió en heroína.

Ya hermanito, ya me sacaron mi sangre y dice la doctora que te la voy a poder dar toda para que puedas estar bien”.

Paloma Galván
Hermana de Frederick

Agua como manjar

Hoy Frederick valora cada cosa que hace, goza del placer de un baño en regadera y el alimento que más disfruta es un vaso de agua frío.

“Cuando estás enfermo no puedes tomar nada frío, todo lo que comes es cocido. Para el trasplante pasé 60 días encerrado en un cuarto al que apenas entran el doctor y la enfermera, te bañas con una esponja para evitar enfriamientos y te comunicas con tu familia por un teléfono del otro lado del vidrio. Recuerdo que mi primer baño me quedé mucho tiempo bajo el agua, es el baño más rico que he tenido”.

En 2018 Frederick fue declarado sobreviviente, lo que no pudieron contar algunos de sus amigos que ya partieron.

Hoy tiene salud, una novia que lo respalda y sueños por cumplir después de pasar la mitad de su vida en hospitales. Quiere estudiar comunicación o administración de empresas y tiene mucho que enseñar como un ejemplo de vida para chicos que enfrentan un doloroso camino que él pudo sortear con éxito gracias a su esfuerzo y a una Paloma que le prestó sus alas para volar.

Israel dona ayuda humanitaria al Hospital Infantil Teletón de Oncología

Se registran en Querétaro 631 casos de cáncer

Los Servicios de Salud del estado de Querétaro han registrado un total de 631 casos de cáncer infantil, de los cuales 243 están en vigilancia, 120 en tratamiento, se reportan 227 fallecimientos, se registran 18 abandonos de tratamiento, 29 curados y 24 trasladados a otra unidad. Durante el 2020 se registraron 39 casos nuevos.

Amanc, (Asociación Mexicana de Niños con Cáncer) atendió en el año 2020 a 102 familias y registró 21 nuevos ingresos y el Hospital Infantil Teletón de Oncología (HITO) reportó que se atendieron 355 niños procedentes de diversas partes de la República Mexicana.

Cada año se detectan cinco mil casos nuevos de cáncer infantil en México y es la segunda causa de muerte en niños y adolescentes entre los cinco y quince años en el Estado de Querétaro.

El cáncer infantil es un problema social que representa una carga económica muy pesada para las familias de los pacientes y que lo hacen, en la mayoría de los casos, insostenible, informa HITO.

HITO: 355 niños atendidos en 2020

El Hospital Infantil Teletón de Oncología atendió en 2020 a 355 niños. Maye Martínez, coordinadora de relaciones públicas, dijo que la pandemia afecta las donaciones de sangre al no poder realizar sus campañas extramuros.

“Invitamos de nuevo a la gente para que donen. Tenemos las medidas de seguridad para ser donador de sangre; mediante cita que se puede hacer en el link https://tinyurl.com/BDSHITO”, informó Maye Martínez.

Con un 80 por ciento de sobrevida, el HITO equilibra las cifras positivas que contrastan con los números nacionales, que reportan cuatro muertes de niños con cáncer por hora en México.

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