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Busca queretano convertir dióxido de carbono en combustible

Convertir dióxido de carbono en combustible es la misión de un doctorante queretano en Ingeniería de la UAQ.

Transformar el dióxido de carbono (CO2) en combustible para enfrentar el calentamiento global -por medio de un sistema fotocatalítico- es el proyecto liderado por Jesús Valdés Hernández, alumno del Doctorado en Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro.

El estudio es financiado por el Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER) 2021, una iniciativa que busca brindar una alternativa a las energías renovables en el corto plazo.

Se trata de un proyecto innovador en México, pues aunque alrededor del mundo ya hay grupos dedicados a la conversión del CO2, son pocos los esfuerzos en nuestro país.

“Pensamos que las energías renovables se limitan a las eólicas o solares, pero seguimos dependiendo de los combustibles fósiles y eso no va a cambiar al menos en 50 años. Por ello, se necesita una solución rápida y alternativas a corto plazo”, explicó el joven universitario.

¿En qué consiste el proyecto?

Asesorado por María de los Ángeles Cuán Hernández, el joven trabajó en el desarrollo de un sistema conformado por un reactor sellado al que se ingresa el CO2 y en el que se encuentra el fotocatalizador que, al ser activado con luz promueve la generación de moléculas más grandes. El reactor posee una ventana de cuarzo, la cual permite la entrada de luz solar.

La mayoría de los gases que provocan el efecto invernadero están compuestos de moléculas orgánicas, como el metano y dióxido de carbono, siendo ésta última la más desprendida a la atmósfera.

“Lo que intentamos resolver con el proyecto es que el CO2 ya no sea considerado un desecho, sino que funcione como materia prima para generar productos químicos con un mayor valor agregado y, de esa manera, disminuir la cantidad de este gas que se desprende como parte de la actividad humana”.

“Se ha demostrado que la concentración de CO2 en la atmosfera ha aumentado debido a la actividad humana, pues nuestra economía está basada en derivados del petróleo y combustibles fósiles; por ello, es importante brindar una opción que aminore la generación de gases de efecto invernadero a corto plazo y no paulatinamente, como lo hacen las energías renovables, por ejemplo, la eólica”, indicó Valdés Hernández.

“La luz del sol es la fuente de energía principal de los materiales que estamos desarrollando, estos serán capaces de producir moléculas de metano, metanol o incluso más grandes -como la gasolina- la quema de estos combustibles producirá CO2, el cual puede ser reutilizado para generar más combustible, por lo que estaríamos hablando de un modelo de economía circular”, agregó.

Actualmente, trabajan con moléculas simples de metano y metanol que pueden funcionar como combustibles; por ejemplo, el gas natural, mismo que está integrado –predominantemente- por metano y que, por lo tanto, se pueden aprovechar las emisiones de su quema para volver a producir de este combustible.

Del mismo modo, desarrollan de sus propios fotocatalizadores para comprobar su efectividad en la conversión de la molécula del dióxido de carbono a otras como el metano o metanol. Destacó que su participación en este fondo fue enriquecedora, ya que le permitió dar el paso de la teoría a la práctica -al mismo tiempo que su aplicación resuelve una problemática social importante, como lo es el cambio climático-, “es crucial contar con una base teórica sólida y, asimismo, no perder de vista la aplicación social de ésta”, finalizó.

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