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París 2024 sigue adelante con el plan A, pero estudia el plan B de Tokio

París 2024 sigue adelante con el plan A, pero estudia el plan B de Tokio
París 2024 sigue adelante con el plan A, pero estudia el plan B de Tokio

Tariq Panja / The New York Times  Tony Estanguet quiere hablar sobre cómo los próximos Juegos Olímpicos en París en 2024 marcarán un cambio de paradigma para un evento que ha sido criticado por haberse vuelto demasiado excesivo, costoso y oneroso para los ciudadanos de los lugares donde se realiza la celebración deportiva cuatrienal. Estanguet … Leer más

Tariq Panja / The New York Times 

Tony Estanguet quiere hablar sobre cómo los próximos Juegos Olímpicos en París en 2024 marcarán un cambio de paradigma para un evento que ha sido criticado por haberse vuelto demasiado excesivo, costoso y oneroso para los ciudadanos de los lugares donde se realiza la celebración deportiva cuatrienal.

Estanguet quiere hablar sobre los planes de sostenibilidad, sobre cómo el 95 por ciento de los recintos ya están construidos y de cómo se han implementado medidas para garantizar que el presupuesto de 7 mil 500 millones de euros destinado a los Juegos Olímpicos no se infle cuando se acerque el evento, como les suele suceder a los presupuestos olímpicos.

Pero todo eso tendrá que esperar. La primera tarea de Estanguet, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, es resolver la manera de planificar un evento cuyos preparativos muy probablemente se verán afectados por una pandemia que ya va por su segundo año.

Con el fin aprender cómo adaptar un complejo plan de años y reescribirlo sobre la marcha, Estanguet trajo a docenas de miembros de su personal a Japón para que siguieran a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio (quizás las Olimpiadas más complicadas y extrañas de toda la historia).

“Nadie sabe qué pasará con esta pandemia, así que tenemos que estar preparados para cualquier tipo de escenario”, dijo Estanguet, tres veces campeón olímpico de canotaje.

En las Olimpiadas de Tokio, Estanguet y sus colegas han visitado los estadios y arenas donde algunos de los mejores atletas del mundo han participado sin espectadores. Se reunió con algunos funcionarios para discutir los detalles de la bioseguridad, y luego se sentó con otros para aprender sobre los aciertos —y fracasos— de los entornos burbuja.

“El aprendizaje aquí es que es factible organizar los Juegos Olímpicos incluso en este tipo situación. Así que estamos aquí para aprender”, comentó.

Estanguet dijo que los funcionarios de París permanecerán en Tokio para continuar las conversaciones y luego realizarán el mismo tipo de programa de seguimiento con los organizadores de las Olimpiadas de Invierno de 2022 en Pekín, donde es muy probable que las restricciones de circulación y los protocolos sanitarios sean aún más estrictos que en Tokio.

Sin embargo, Estanguet tiene la esperanza de que la pandemia del coronavirus sea solo un recuerdo para el momento en que las Olimpiadas lleguen a Francia.

“Veremos todas las medidas que implementaron aquí, pero seguiremos trabajando en nuestro plan A. Mi prioridad es que mi equipo esté al mejor nivel con el plan A”, aseguró.

Ese plan está firmemente en marcha. El objetivo de mil millones de euros en patrocinios acaba de superar el 50 por ciento, y el gran interés tanto del presidente de Francia, Emmanuel Macron, como de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ya ha ayudado a superar los obstáculos administrativos.

Macron, conocido por ser un aficionado de los deportes, fue una presencia visible durante la primera parte de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde estuvo brincando de un recinto a otro. Hidalgo será la representante de París en la ceremonia de clausura.

“Confiamos en nuestra capacidad de lograr que todos estén realmente comprometidos”, dijo Estanguet.

Estanguet señaló que el gobierno había adoptado una estrategia —construida en torno a los Juegos Olímpicos— que por primera vez exige que todas las escuelas primarias de Francia reserven 30 minutos al día para la actividad física. Eso, dijo Estanguet, era un ejemplo de los beneficios de las Olimpiadas, que ya estaba en marcha tres años antes de la ceremonia inaugural.

Por supuesto, ya en el pasado los anfitriones han prometido este tipo de legado, el cual se ha desvanecido poco después de que la llama olímpica se ha apagado. En su lugar, los Juegos Olímpicos suelen ser seguidos por recriminaciones por sus gastos e historias de recintos costosos caídos en desuso. Estanguet se negó a predecir si París logrará cumplir con sus nobles promesas, pero aseguró que las condiciones estaban dadas para eso.

“Les puedo decir que todos los años tenemos control de nuestro presupuesto que nos otorgan las autoridades públicas, y hasta el momento seguimos operando con el mismo presupuesto”, dijo. “Así que no te lo garantizo, pero todo está dado para este nuevo modelo”.

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