La afición reclama: ‘Gallos Blancos no es de un dueño, es de la ciudad’

Gallos vive horas de incertidumbre, algo no ajeno para  pasional congregación que lo siguen. El mito del equipo se ha forjado en décadas de cambios, pero eso ayudo a formar el imaginario colectivo que es hoy el Querétaro FC

Francisco Pérez

A solo un mes de cumplir 70 años los Gallos Blancos de Querétaro viven en la angustia de conocer su futuro en el máximo circuito del futbol mexicano. Su afición sufre como lo ha hecho de generación en generación por estabilidad en las franquicias que aquí han echado raíces flojas. La famosa ‘maldición’ de la plaza se ha llevado equipos y directivas pero nunca se ha llevado ni se podrá llevar el amor de unos colores y lo que representa Gallos Blancos para su afición.

El Querétaro FC nació en 1950, fue el sueño de un grupo de obreros y estudiantes que gustaban de jugar futbol. En aquellos años la familia Niembro tenía un negocio de tela en el Centro de la Ciudad, ahí se formó la idea de un equipo profesional para Querétaro, ante la invitación de la Federación Mexicana por tener franquicias de Segunda División en provincia.

La afición del Bohemians de Praga vs. la pandemia

El equipo en realidad debutó hasta el año siguiente, en 1951 ante Toluca, un partido amistoso en el Estadio Municipal, un inmueble nuevo en esos años, que estaba a unos metros del Centro de la ciudad. En 1954 nació el mito del gallo blanco que pelea ante toda adversidad, como salido de un cuento germinó el sueño de un grupo de ‘locos’ de darle equipo a una tradicional y conservadora ciudad del centro del país. Fue a través del mote que enamoraron a todo un pueblo y consiguieron mantenerlo durante ya casi 70 años.

El equipo nunca tuvo un sincero apoyo empresarial ni de la Federación Mexicana de Futbol, por lo que deambulo entre divisiones inferiores desde los años 50, 60 y 70. En ocasiones desapareció entre temporadas, para volver apenas meses después solventado por algún empresario local. En estos años se forjó la identidad del equipo, se arraigo el mote y el cariño de la afición y fue así como perduró en el tiempo el escudo con la Q y el color blanco como base; aunque en esta época los colores secundarios eran rojo y azul, situación que cambiaría a negro y azul con el devenir de los tiempos.

Lewis Hamilton critica a pilotos que no denuncian el racismo

En los años 80 nació Atletas Campesinos, un equipo diferente a Gallos Blancos, pero que igualmente se metió en el corazón de la afición. De hecho compartieron muchos elementos comunes, como jugadores, estadio, afición y fue el primer equipo queretano en usar azul y negro en su uniforme. Además de lograr el ansiado ascenso por la vía deportiva.

La Universidad Autónoma de Querétaro ‘revivió’ a Gallos Blancos en la década de los 80, en Tercera División y en Segunda División, los aficionados queretanos colmaban las gradas para ver a sus amados Gallos Blancos, incluso cuando se tuvo la posibilidad de ver otros equipos en la ciudad en una mejor categoría, como fueron las Cobras, la afición siempre le fue fiel a los Gallos, a la Q y al blanco de su uniforme.

A inicios de los años 90 llegó el Querétaro FC, franquicia que fue administrada por la familia Vázquez Mellado, y que igualmente generó apego en la afición local, misma que a la postre le daría vida y parte de sus elementos al Querétaro FC moderno, ya con el mote de Gallos Blancos.

Lo cierto es que en la ciudad del acueducto la afición ha vivido siempre con franquicias que van y vienen, la estabilidad ha existido en periodos de tiempo cortos, pero lo que se ha mantenido ha sido el sueño de tener un equipo que se quede siempre, sin mudarse, sin cambiar de dueños. Eso es lo que la afición espera de su amado Gallos Blancos de Querétaro.