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José Funtanet abre el ruedo de su familia

Foto: Yarhim Jiménez
Foto: Yarhim Jiménez

Sobre su experiencia en España, José Funtanet comenta que estar junto a una primera figura, como lo es Diego Ventura, implica un crecimiento y una maduración casi obligatoria Francisco Pérez La herencia taurina de la familia Funtanet vive hoy en sus hijos más jóvenes. José Funtanet nos abrió el ruedo familiar para platicar de su … Leer más

Sobre su experiencia en España, José Funtanet comenta que estar junto a una primera figura, como lo es Diego Ventura, implica un crecimiento y una maduración casi obligatoria

Francisco Pérez

La herencia taurina de la familia Funtanet vive hoy en sus hijos más jóvenes. José Funtanet nos abrió el ruedo familiar para platicar de su vida, que no sería la que es hoy sin tantos años arriba del caballo para lidiar con reses bravas.

El rancho El Ciervo, en Tequisquiapan, recoge años de anécdotas taurinas, mismas que han forjado una leyenda en las arenas mexicanas de la fiesta brava. La propia hacienda cuenta con un lugar especial que atesora carteles y fotografías que la familia Funtanet ha guardado por décadas. El recinto emana tauromaquia.

El joven caballista José Funtanet viene saliendo de una lesión en el pie, por lo que estos últimos días de febrero fueron de recuperación, principalmente para preparar compromisos venideros.

“El año pasado fue un buen año de corridas, pero yo creo que más de entrenamientos. Tuve la oportunidad de irme a la Puebla del Río, a casa del maestro Ventura y estuve ahí con él, pegado, aprendiendo. Cerramos con una corrida importante que fue en Nochistlán de Mejía, a lado de Leo Valadez”, comentó el joven rejoneador.

Sobre su experiencia en España, comenta que estar junto a una primera figura, como lo es Diego Ventura, implica un crecimiento y una maduración casi obligatoria. “Antes que nada, somos amigos y también es mi maestro. Él y el maestro Fraga me han apoyado siempre, han estado atrás de mí, impulsando mucho mi carrera”, explicó José Funtanet.

LA TRADICIÓN FAMILIAR

José se abrió para platicar su experiencia sobre el caballo, asegura que siempre ha estado cerca de los ruedos y, de alguna manera u otra, desde niño siempre quiso estar arriba del caballo. Su familia no estaba del todo convencida de que fuera torero. Sin embargo, su abuelo siempre lo apoyó incansablemente.

“A mi familia no le gustaba mucho la idea de que yo fuera torero. A todos menos a mi abuelo, él me decía que sí. En un tienta, a los siete años, me bajó con una becerra y, en ese momento, él me cuestionó si quería ser torero y yo le dije que sí”, recordó con alegría sobre sus primeros años como rejoneador.

Foto: Yarhim Jiménez

Agregó que por la experiencia vivida con su tío Eduardo Funtanet en la Plaza México, en 1997, José debutó hasta que cumplió los 18 años. Esto fue, de alguna manera, algo que lo marcaría en su carrera y que le ha dado fuerza para trazar su propio camino.

José dijo que al tiempo que ha llevado su carrera taurina, ha tenido que acompañarla con su vida académica. Esta situación no es sencilla, ya que el mundo del toro tiene una exigencia enorme con la que, en ocasiones, resulta difícil lidiar. “Nunca pensé en dejar el rejoneo, siempre he tenido muy claro lo que quiero”.

El torero queretano habla con gusto de su admiración por jinetes como Andy Cartagena, Pablo Hermoso de Mendoza o Joao Moura, de estos aprendió y moldeó su estilo propio. Hoy espera que lo coloque como una realidad en el difícil mundo de la tauromaquia mexicana.

Su juventud lo ayuda, además de las tablas que tiene y los maestros que están cerca de él; José Funtanet espera que este año pueda tomar la alternativa y, así, continuar con una dinastía familiar en la fiesta brava mexicana.

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