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Juan Pedro Llaguno triunfa en la novillada de El Salitre

Foto: Isaac Muñoz
Foto: Isaac Muñoz

El juvenil torero queretano, Juan Pedro Llaguno, mostró valor y gracia, con buenos detalles de arte taurino, que fueron bien recibidos por el respetable Francisco Pérez La espectacular plaza de Hacienda El Salitre recibió en su acogedor ruedo a los presentes para la novillada de triunfadores en punto de las 5 de la tarde. Novilleros … Leer más

El juvenil torero queretano, Juan Pedro Llaguno, mostró valor y gracia, con buenos detalles de arte taurino, que fueron bien recibidos por el respetable

Francisco Pérez

La espectacular plaza de Hacienda El Salitre recibió en su acogedor ruedo a los presentes para la novillada de triunfadores en punto de las 5 de la tarde. Novilleros y cuadrillas partieron Plaza unos minutos más tarde para iniciar el protocolo taurino.

Escritor, de 400 kilos de peso, fue el primer novillo lidiado por el juvenil torero Juan Pedro Llaguno. El queretano adornó el primer tercio con buenos vuelos de capote, los primeros de la tarde que hicieron entrar en calor al público.

Noche de detalles taurinos en la Provincia de Juriquilla

En una muestra de valor el novillero puso banderillas, en el primer par se llevó un susto al ser alcanzado por el toro y recibir un impacto contra el muro de la plaza. En su primera oportunidad con la muleta brindó el novillo al ganadero de Peñalba. Inició con tanda por el lado derecho, mostró buenos detalles. Por momentos Llaguno se dejó ir con la pasión que lo caracteriza y perdió el engaño, lidió con dificultad un toro algo disperso. Dejó tres cuartos de acero, ligeramente tendida a la derecha. Recibió aplausos y petición de oreja que tuvo eco en la autoridad.

Palomo Negro, de 395 kilos, fue el segundo novillo de la tarde, para Cristian Antar. Inició con una aplaudida tanda de verónicas, que dio paso a la vara. Remató el tercio con unas gaoneras ajustadas. Únicamente fueron colocados dos pares de banderillas, que dieron paso al tercio de muerte. Antar mostró detalles con mucha clase, sobre todo toreando con la mano derecha, la lentitud de sus muletazos fue reconocida por el público. Una técnica depurada, tiempo y ritmo fueron elementos que destacaron en la faena de muleta. En el primer intento con la espada falló, el segundo fue un profundo estoconazo bien colocado pero que tardó en ser efectivo; obtuvo una oreja.

Llegó el turno de Miguel Aguilar con el tercer ejemplar de Peñalba. Adornó el inicio de su lidia con chicuelinas. El tercio de banderillas fue deficiente, no se colocó un solo par de manera correcta. Con la muleta, Aguilar bajo la mano derecha para hacer disfrutar al público. Lidió con soltura y lentitud, puso el trapo en los ojos del novillo y dejó correr la mano derecha. Lo mismo con la izquierda regaló una buena tanda. La estocada fue aplaudida sonoramente por su buena colocación. Fue premiado con un apéndice.

El segundo novillo de Juan Pedro Llaguno dio un susto al joven matador cuando fue lidiado con el capote. Llaguno volvió a arriesgar con ajustados vuelos de capote que dieron paso al tercio de banderillas. Con la muleta trabajó la faena con mucho oficio, intentó recursos sencillo pero efectivos, mismos que gustaron a los tendidos. Ligó tandas exquisitas al ritmo de ‘el queretano’, toreó con alegría y conectó con el público de forma muy positiva. La estocada fue certera, y premiada con dos orejas.

Miguel Aguilar con muchas ganas de salir al ruedo de El Salitre

Cristian recibió a su segundo burel con un farol de rodillas. En banderillas volvió a tener problemas, el novillo alzaba mucho la cabeza e impedía una lidia fluida. En alguna ocasión incluso alcanzó el engaño y le complicó terminar la tanda. Este segundo fue un novillo más complicado y costó trabajo para que Antar mostrara su clase y ritmo. La estocada fue certera, rápido cayó el novillo, pero solo hubo premio de una oreja para Cristian Antar.

Miguel Aguilar cerró plaza con el último burel de Peñalba; Aguilar buscó con empeño meter al novillo en su lidia, lo trabajó hasta el último momento. Las banderillas estuvieron bien colocadas por la cuadrilla del novillero. Con la muleta inició con la mano izquierda, costó trabajo conectar con el animal que perdió fuelle con el paso de los minutos. Consiguió muletazos muy taurinos y vistosos, sacó lo mejor de un toro que se fue quedando sin gas con mucho valor. Enterró una certera estocada que dio fin a la noche taurina de El Salitre.

AMIP.

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