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Judoca Bryan Aburto competirá en Mundial para ciegos y débiles visuales

Aburto Beltrán viajará este miércoles a Kazajistán para empezar su competencia en esa Copa Mundial, donde buscará sumar puntos para el ranking internacional.

Aburto Beltrán viajará este miércoles a Kazajistán para empezar su competencia en esa Copa Mundial, donde buscará sumar puntos para el ranking internacional.

El judoca colimense Bryan Aburto, de 16 años de edad, competirá en la Copa del Mundo de Judo IBSA 2018 para ciegos y débiles visuales en Kazajistán, con la mira de sumar puntos y clasificar a los Parapanamericanos de Lima 2019.

El atleta milita en la categoría B3, y en Kazajistán tendrá su primera justa mundialista, tras conquistar la presea de bronce en la división de menos 60 kilos en el pasado Campeonato Parapanamericano IBSA 2018 en Calgary, Canadá.

Aburto Beltrán viajará este miércoles a Kazajistán para empezar su competencia en esa Copa Mundial, donde buscará sumar puntos para el ranking internacional y lograr su boleto a los Parapanamericanos de Lima 2019.

“Gracias a la medalla que gané en Canadá me llamaron para competir en la Copa de Kazajistán y después en el Campeonato Mundial IBSA, que se realizará en Portugal del 16 al 18 de noviembre. Estoy muy emocionado y listo para dar buenos resultados”, dijo.

En el torneo de Canadá, el judoca mexicano fue el competidor inscrito más joven de toda la justa. Enfrentó con gran categoría y calidad a rivales más experimentados de Argentina, Brasil y del país anfitrión, de ahí que se llevó un gran reconocimiento.

Bryan Aburto compartió que gracias a sus padres ingresó a la disciplina del judo, ya que ambos son entrenadores de la selección de Colima, por lo que a los cinco años sostuvo su primera práctica en ese deporte de contacto.

“Al inicio fue diversión, porque yo jugaba con los demás niños. Después de eso, me gustó mucho la disciplina que debes seguir y comencé a tomarlo con mayor seriedad. Recomiendo el judo a los niños con alguna discapacidad, es algo muy bueno”, señaló.

Sobre su discapacidad, explicó que tiene dañado el nervio óptico en ambos ojos, lo cual fue hereditario. “Estoy mejor, el judo me ayudó a tener una vida normal y después de ganar el tercer lugar en el Panamericano, ya me ven con más respeto”, dijo.

El deportista se dijo muy agradecido por tener como compañeros a los judocas Eduardo Ávila y Lenia Ruvalcaba, quienes son un gran ejemplo a seguir para él.

“Mis ídolos en el judo son el profesor Hilario Ávila, Lenia y Eduardo, quiero ser como ellos, alcanzar lo que han logrado, son mis metas a futuro. Ellos fueron campeones en Canadá, fue una gran experiencia, me apoyan y me dan consejos”, concluyó.

Notimex

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