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Fallece lobo marino más longevo del país

Sweeney tenía 29 años y nació en el Zoológico de Chapultepec.
Sweeney tenía 29 años y nació en el Zoológico de Chapultepec.

“Sweeney” vivía en el Zoológico de San Juan de Aragón, nació en la Ciudad de México en 1991, pero desde octubre su estado de salud empeoró Redacción La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó el fallecimiento de “Sweeney”, el lobo marino más longevo que nació en México y que habitaba … Leer más

“Sweeney” vivía en el Zoológico de San Juan de Aragón, nació en la Ciudad de México en 1991, pero desde octubre su estado de salud empeoró

Redacción

La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó el fallecimiento de “Sweeney”, el lobo marino más longevo que nació en México y que habitaba en el Zoológico de San Juan de Aragón.

Este 24 de diciembre el lobo marino “Sweeney” falleció debido a una falla multiorgánica relacionada con un mesotelioma, neoplasia que se diseminó a diversos órganos vitales. Este tipo de cáncer afecta el tejido que recubre los pulmones, corazón, estómago e intestinos, entre otros órganos. Se ha registrado una alta frecuencia de neoplasias en lobos marinos de California, ya que representan la causa de muerte hasta en un 18 por ciento en algunas poblaciones de esta especie.

“Sweeney” recibió en todo momento la atención de especialistas en medicina de fauna silvestre y en mamíferos marinos para monitorear su estado de salud y darle el tratamiento requerido para mejorar su condición; sin embargo, su estado de salud se diagnosticó delicado desde octubre y debido a su edad avanzada el pronóstico era reservado.

“Sweeney” nació en el zoológico de Chapultepec el 27 de julio de 1991 y, de acuerdo con los registros, es uno de los primeros lobos marinos que nació en zoológicos y acuarios de México, por lo que era el lobo marino más longevo en nuestro país, que se tiene registrado, pues vivió 29 años 4 meses gracias a la atención permanente que recibió desde su nacimiento y a lo largo de toda su vida por parte de los médicos veterinarios, biólogos, cuidadores y entrenadores de los Zoológicos de la Ciudad de México.

“Sweeney” recibió una alimentación balanceada, vivió en instalaciones adecuadas, se benefició con programas de enriquecimiento ambiental, condicionamiento operante y de medicina preventiva, pero murió el pasado jueves.

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