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Peatonalización del Centro Histórico debe ser integral

Fiestas patrias dejan una derrama de 110 mdp en la capital queretana./ Foto: Víctor Xochipa
Fiestas patrias dejan una derrama de 110 mdp en la capital queretana./ Foto: Víctor Xochipa

El proyecto de peatonalización del Centro Histórico deberá ser integral para quitar el protagonismo de los autos y dárselo al transeúnte

Gonzalo Flores

La peatonalización de calles del Centro Histórico no solo debe planearse para potenciar el ámbito comercial de la zona.

Un proyecto como estos, debe considerar su habitabilidad, además de que arquitectos urbanistas reconocen que es necesario un trabajo en conjunto con la sociedad a través de mesas de diálogo donde se determinen los alcances e impacto de su aplicación y que se generen andadores peatonales. Además, el proyecto no es nuevo.

“Hay que analizar dónde, pues no persé por hacer las calles peatonales van a ser exitosas”, aseguró la arquitecta Diana García Cejudo.

“En el centro ya hay calles que pueden ser peatonales, pero se trata de un proceso lento porque hay que renovar la infraestructura, ya que se recomienda que sea a nivel de calle, que todo el diseño vial se convierta en una gran banqueta y haya espacio para que se respeten las zonas de carga y descarga así como del tránsito local de las personas que todavía viven en el centro. No es una idea nueva, pero si está bien pensado y evaluado dónde, puede ser una idea exitosa para el centro”, agregó.

La peatonalización sería similar a la Calle Madero

La urbanista tomó como ejemplo la calle Madero, la cual considera que se ha aplicado bien el concepto de peatonalización.

“Pero lo ideal es que sea un sistema de andadores peatonales, que puedas dejar tu auto en algún punto y tomar otro medio de transporte o caminar hacia el centro”.

García Cejudo consideró que no se trata de sacar a los automóviles de las calles del centro, sino “quitarle el protagonismo, el protagonista ya no es el auto, ahora debe ser el peatón”.

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El urbanista y especialista en Movilidad, Claudio Sarmiento, recordó su etapa de trabajo con Carlos Arvizu (QEPD), uno de los responsables de preparar el documento de declaratoria como Patrimonio de la Humanidad del Centro Histórico ante la Unesco en 1996.

“Él en los últimos días de su vida decía que había que dejar al Centro Histórico en paz, porque cada Administración Municipal quiere darle un retoque y realmente lo que tendría que hacerse en términos arquitectónicos es emular el éxito estético, de patrimonio y de peatonalidad del centro en otras partes de la ciudad, aunque él también era muy defensor de la rentabilidad del centro, que es el discurso de las autoridades para reforzar esta idea”, consideró.

Sin embargo, la dinámica de la zona no solo abarca a los visitantes sino a quienes viven en el Centro Histórico.

“Si nos referimos a personas que llevan años ahí y que tienen problemas de que se está cayendo su casa y no tiene cómo repararlo porque las reparaciones convencionales de cualquier otro inmueble son inadecuadas por las regulaciones del INAH pero tampoco tienen ayuda para restaurarlos a su gloria original, además de que están en una ciudad no amigable con modos de movilidad sostenible por lo que deben tener un coche que no cabe en su domicilio y tienen que usar la calle como estacionamiento. Además se suma el riesgo de que se casa no está en las mejores condiciones y si les llega una oferta para hacer el espacio un restaurante, un hotel o espacios de Airbnb, les son muy atractivas y dejan de vivir en el centro. Para ellos la estrategia de peatonalizar no es funcional”, explicó. No obstante, la estrategia funciona para el turismo y visitantes a las zonas comerciales.

“Sería ingenuo pensar que atacando la peatonalización de calles se va a restaurar el problema de habitabilidad del centro. Se requiere de una estrategia más integral que incluya subsidios para mejoras de inmuebles o que se permita el uso de otro tipo de expresiones arquitectónicas que convivan con el patrimonio sin tener una intervención violenta de modernismo o materiales, pero la situación es que el INAH cuenta con un catálogo de materiales y paletas de colores permitidas para la zona”, añadió.

El arquitecto Raúl Lorea recordó que el proyecto de peatonalización de calles del centro se ha escuchado desde la administración estatal de Francisco Garrido. Un ejemplo notorio es la calle Francisco I. Madero, que se planteó como un andador peatonal que comunicara la avenida Ezequiel Montes con la avenida Corregidora, de manera peatonal.

“Tiene diferentes etapas de intervención, algunas por parte del Estado y otras por parte de diferentes administraciones municipales. Para estas obras es muy importante que haya total consenso con la ciudadanía, particularmente con quienes habitan sobre la vialidad a intervenir, debe haber mucha comunicación ya que, una vez autorizado el proyecto por el INAH, ya no se podrá modificar”, expuso.

Proyecto de urbanización en el Centro Histórico

Raúl Lorea resaltó que la calle Madero, es una de las que se decoran vistosamente durante las celebraciones patrias y decembrinas, “debido a que sus cualidades peatonales permiten disfrutarla en mayor medida”.

Los tres especialistas son parte del Consejo Temático de Urbanismo y Movilidad del Municipio de Querétaro, por lo que señalaron que están abiertos a participar más en este tipo de proyectos, por lo que solicitaron a las autoridades municipales que los tomen en cuenta para el análisis del proyecto.

Desde 2019, integrantes de Asociaciones de Comerciantes del primer cuadro queretano, habían manifestado la existencia de un proyecto para este fin.

En octubre de 2021, Sergio Olvera León, vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad en Querétaro, consideró que la medida era factible al tomar en cuenta que “las ventas en una calle que se transforma en peatonal y ciclista aumentan entre un 50 y hasta más de 200 por ciento, de acuerdo a varios ejemplos a nivel global donde se han implementado estas medidas”.

De acuerdo a estudios realizados por la Secretaría de Movilidad en 2015, el 80 por ciento de las personas que realizaban sus compras en el Centro Histórico, llegaron en medios distintos al auto, lo que implica que la mayoría de clientes acudían a los negocios caminando o en bicicleta.

“Es hacia ellos que debe orientarse su atención. Con dichas medidas, el turismo también se beneficia, pues la convivencia que permiten las banquetas y ciclovías, supera con creces la actitud hostil de los conductores que compiten por el espacio público. Si se construye infraestructura para caminar o pedalear, se obtendrán mejores condiciones de vida y convivencia social con todas sus implicaciones para residentes, comerciantes y visitantes”.

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