Hace unos días, en la exposición de un pintor actual con cierto reconocimiento, alguien comentó que le parecía un buen trabajo pero que no proponía nada nuevo, que era semejante a lo que ya habían hecho Joan Miró o Antoni Tàpies. Y en efecto, la obra tenía ciertas reminiscencias de estos artistas, pero no por ello se trataba de una simple copia, había originalidad y estaba presente el carácter franco del autor.
Pero esto tampoco es novedad, la manera en que generalmente se inicia en cualquier disciplina artística es partir de copiar modelos que sirven como guía e incluso como estímulo creador. Es una forma didáctica de introducirse en el tema, de aproximarse a la técnica y de conocer lo que se ha hecho.
Los grandes artistas han pasado todos por ahí, por ejemplo, cuando Pablo Picasso aún no cumplía los veinte años, copiaba a Goya, Velázquez, El Greco, Degas, Cézanne, Gauguin o Van Gogh, entre otros; demostraba un amplio dominio de diferentes técnicas y, aunque evidenciaba un prodigio destacado y una pasión exaltada, aún distaba mucho de ser el referente en el que se convertiría.
La etapa siguiente comienza cuando el creador imprime en la obra su posición ante el mundo, cuando logra sacar a la luz aquello que permanecía escondido para otros y encarnar las mismas preocupaciones humanas que a todos aquejan, de tal manera que su obra se convierte en un puente de acceso para casi cualquiera. Sin duda, para conseguir esto, no basta con copiar, hay que involucrarse con lo más hondo del ser.
Y después, hay un lugar que no se puede llegar a través de la imitación, al que solo se puede arribar cuando se alcanza la libertad plena y se toma el control, donde el artista concentra la experiencia propia y la de aquellos que lo antecedieron, y es ahí quizá, donde se gesta la creación en el sentido más amplio.
Se dice que aprender es copiar y en todos los creadores podemos encontrar vestigios pero solo algunos de ellos terminan por definir el rumbo del arte a partir de una producción original. Cuestión que únicamente puede descubrir el tiempo.