Colombia y Venezuela tienen muchas cosas en común, además de tener una frontera de 2.219 kilómetros, poseen políticos que hacen o inventan cualquier cosa para tener a sus pueblos en sus manos a sabiendas de que son y seguirán engañados.
Colombia logró en el 2016 un acuerdo de paz, después de más de 50 años de conflicto armado, con la guerrilla de las Farc pero ese fue el detonante para que un grupo de políticos, enemigos por razones desconocidas expusieran más de mil razones para torpedear el proceso y para ello han utilizado herramientas inimaginables y lo que parecía una convergencia para llegar a más acuerdos con otros grupos rebeldes y de pronto con bandas criminales.
Producto de ello es que se ha desarrollado nuevos conflictos en territorios donde el control del tráfico de la droga estuvo en poder de las Farc y tras el retiro de este grupo llegaron los insurgentes del Eln, disidentes del Epl, llamados ‘Pelusos’ en el sector del Catatumbo, y con ello la muerte de líderes sociales, paros armados y desplazamientos lo que trajo como consecuencia la conformación de 37 espacios humanitarios.
Mientras tanto en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro, un líder populista tiene al país petrolero hundido en una recesión económica, una escasez de bienes esenciales y una inflación que podría superar 13.800 % este año, según el FMI.