Por alguna razón de orden seguridad interna, el sistema político norteamericano ha aplazado el enjuiciamiento del presidente Donald Trump por la interferencia rusa en la campaña electoral de 2016, pero esto no implica que salga airoso finalmente de la trama.
El pasado 20 de abril, el Comité Nacional del partido Demócrata entabló una demanda en una corte de Manhatan contra el gobierno ruso, contra los responsables de la campaña electoral de Trump y contra el portal Wikileaks, los cuales presuntamente establecieron una conspiración de largo alcance para irrumpir en la campaña e inclinar los resultados a favor del actual presidente.
Esta demanda se agrega a las 3 investigaciones en curso. La del senado, la de la cámara de representantes y la que encabeza el ex director del FBI Robert Mueller. El asunto se va clarificando poco a poco siendo lo más reciente la aceptación de la abogada rusa Natalia V. Veselnitskaya de haberse reunido con el equipo de campaña de Trump para entregarles “información dañina” de los demócratas y actuar a nombre de un alto oficial del Kremlin.
Días tras día, Trump dispara tweets en contra de los demócratas, de las investigaciones en su contra y de los medios que propalan estas noticias, alegando que no existe la tal colusión con los rusos. Los datos dicen lo contrario.
Cuando la campaña estaba en su punto álgido, a unos días de las elecciones, Wikileaks publicó correos electrónicos de Hillary Clinton y de su jefe de campaña John Podesta, entre ellos una invitación a una “cena espiritual” que sus enemigos no dudaron en señalar como de tintes satánicos. Aunado a ello, el entonces director del FBI declaró que estaba investigando a la candidata demócrata por la filtración. Todo esto dañó irremisiblemente a Clinton.
Por si fuera poco, una actriz porno con quien Trump habría tenido que ver en el pasado, lo ha demandado por difamación, en otro escándalo magnificado por el propio presidente en sus tweets.
Trump no va a ser enjuiciado. Antes de ello, renunciará, como lo hizo Nixon en 1974. El círculo se le cierra cada vez más al polémico presidente.