Lo que ocurre actualmente en Suramérica refleja que esta parte del nuevo mundo es un caos. Si no miremos lo que sucede en Venezuela, Ecuador y Colombia, por citar solo tres casos.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que se encuentra en el exilio, recibió el visto bueno de la Asamblea Nacional para seguir un juicio contra el presidente Nicolás Maduro por corrupción.
El mandatario es acusado de recibir sobornos de la firma Odebrecht lo que implicaría el relevo del cargo algo que no sucederá.
Mientras esto pasa con el ejecutivo la población de migrantes venezolanos sigue en aumento generando problemas, en primera instancia, a los países limítrofes y posteriormente a dónde llegan.
Con unas elecciones presidenciales a realizarse el 20 de mayo, que no son reconocidas por un buen número de mandatarios, el presidente Nicolás Maduro se fue lanza en ristre contra ellos tratándolos de peleles del imperialismo.
Eso es Venezuela, un país en el caos donde Nicolás Maduro, con el apoyo de los militares lleva al abismo económico, social y político a su país.
Ecuador un país que se resiste a entrar en el baile de la delincuencia internacional sufrió en la última semana la pérdida de dos periodistas y un conductor del informativo El Comercio tras ser asesinados por un comando disidente de la Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) integrantes del Frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Artízala, más conocido como ‘Guacho’.
No se puede olvidar que Ecuador en la época de la presidencia de Rafael Correa (15 de enero de 2007-24 de mayo 2017) fue la casa de recreo de las Farc y tras la muerte del guerrillero colombiano ‘El Mono’ Jojoy, el presidente señaló que se había violentado la soberanía.
Colombia, país sitiado por el narcoterrorismo, tampoco la pasa bien por toda la afluencia de actores que convergen en el territorio. Para condimentar el caldo corruptivo el 27 de mayo habrá elecciones presidenciales y cada protagonista gasta millas de horas y sueño pensando si vale ejercer la democracia.