México, junto con 186 países, firmó el Protocolo de Kioto (1997), tratado cuyo objetivo es reducir el calentamiento global y el efecto invernadero de la tierra. Este finalizara en 2020, fecha en la que también inicia el Acuerdo de París, firmado y ratificado en 2017, que tiene como objetivo evitar los impactos catastróficos de las emisiones contaminantes, evitando que suba la temperatura mundial más de dos grados Celsius, ya que, de lo contrario, aumentarían las inundaciones y el nivel del mar. Al mismo tiempo en otras partes tendríamos grandes y extensas sequías, acelerando una escasez alimentaria.
El calor que llega del sol y sale de la tierra en forma natural y equilibrada es lo correcto. Lo no natural es el efecto invernadero, en el que gases peligrosos –metano, dióxido de carbono, vapor de agua, óxido de nitrógeno, clorofluorocarbono y ozono– se estancan en la atmósfera y no permiten que los rayos solares que entran en la tierra salgan de ella.
Así penetran en nuestro cuerpo y, en el peor de los casos, también causan enfermedades como cáncer de piel, de pulmones, ataques cardiacos (por alta temperatura) y complicaciones respiratorias o circulatorias.
Productos que emiten estos gases son los derivados del petróleo, como gasolina, carbón y gas natural. Así podemos confirmar que estos gases saturan el ambiente por conductas humanas irresponsables.
Ejemplo de países contaminados son China, Estados Unidos, Brasil, Indonesia y Japón. Aunque en México, la Ciudad de México no está exenta, ha logrado bajar sus emisiones de gas, no así la capital de Querétaro, en donde a pesar de no existir una actualización de datos, la contaminación se nota y está aumentando.
Ante acuerdos internacionales que benefician, necesitamos incluirnos en activar políticas, familiares, y no exigir un diseño de ciudad en el que el automóvil sea el protagonista. Porque, a falta de medidas preventivas y un alto déficit de áreas verdes, en Querétaro cada familia debe ser consciente y no depender de cifras o restricciones oficiales para utilizar el automóvil de manera responsable.