Hasta hace poco tuvimos nuestra mirada puesta en nuestro cliente (interno y externo), conocido como generación Y o del milenio. Compuesta por quienes nacieron entre 1980 y 2000, y hoy tienen entre 17 y 37 años. Son la generación que domina el mercado, con 47 por ciento de población mundial, e influyen en los sistemas laborales, con 63 % de participación en las organizaciones.
Revolucionaron los sistemas y cambiaron la manera de vivir, ver, sentir, procesar, experimentar e informarnos. Propusieron nuevas formas de relacionarnos internacionalmente, conectaron el mundo y nos obligaron a observar nuestra realidad, persona y familias.
Para 2020, representarán 75 por ciento de la población laboral. Son investigadores por naturaleza, aprendieron a discriminar lo valioso de lo efímero, están inundadas de información conectada a la nube, a lo intangible, y ubicados en el tiempo presente. Invierten en su bienestar y equilibrio de vida, apartando tiempo para su salud, ejercicio, familia y amigos/as.
Trabajan para vivir bien, no viven para trabajar. Son amantes de lo nuevo, innovador, creativo, disruptivo, ‘cool’, rápido y de aquello que logró ser sistematizado; son tecnológicos, conectados al mundo (ya no limitados a lo que sucede, dice o piensa su comunidad), al placer.
Disminuyeron su atención a lo que no les otorga valor. Son impacientes, necesitados de respuestas inmediatas; lograron que los robots y las ‘apps’ trabajaran para ellos, y que ante una necesidad básica, como el alimento, estos les dieran respuesta de manera inmediata.
Son revolucionarios y padres de la generación Z. Esta nueva generación se caracteriza por tener un mayor empuje que los Y, pues vienen conectados con la responsabilidad social, personal y trascendental. Conocen el impacto tecnológico y saben manejarlo muy bien. Son jóvenes, nativos de la tecnología.
Pueden manejar de dos hasta cinco dispositivos distintos al mismo tiempo; son poco consumistas y ahorradores. No se dejan llevar por las marcas, solo por lo que es útil y necesario. Están muy conectados con ‘influencers’, ‘youtubers’, quienes representan su pensar. Acumuladores de ‘likes’, basan su identidad en su visibilidad en redes y son una generación de acción, conscientes del sistema ambiental.