El día de hoy en muchos hogares no solamente de nuestras ciudades, sino en varias partes del mundo, se respira un gran ambiente de alegría, ya que han llegado los Reyes Magos y han traído varios regalos a los niños y niñas que habitan en estos lugares. Aunque sea muy humilde el hogar, hoy se respira un gran ambiente de alegría propio de la niñez y que se contagia a los que ya somos un poco mayores.
La fiesta de los Reyes Magos, como comúnmente se le conoce, es la fiesta cristiana de la “Epifanía del Señor”, es decir, el recuerdo de la manifestación de Cristo hacia todos los pueblos del mundo, esto siguiendo la enseñanza de los Evangelios en donde se nos narra que después de su nacimiento vinieron reyes de oriente a postrarse delante de él para adorarlo, y siendo que ellos no lo conocían lo adoraron como rey y como Dios.
La fiesta de los Reyes Magos es una de las más antiguas en el cristianismo, pero que ahora con esta alegría de los niños que reciben varios obsequios, se transforma en una fiesta completamente popular.
Creo que muchos de nosotros nos acostábamos el día 5 de enero por la noche con la enorme ilusión de esperar al día siguiente los regalos, algunos no podíamos dormir durante algunas horas, pero lo pesado de la noche nos convencia y caíamos perdidamente en un sueño que al final del mismo se convertía en un momento de gran alegría.
La noche del 5 de enero, debe considerarse como la noche de las ilusiones, es una noche en donde la esperanza esta puesta en lo que es un premio o un logro para los niños y a veces no solo para los más pequeños, incluso la ilusión sigue hacia los más grandes.
Con esta fiesta de los reyes, concluye también un ciclo muy importante que es la Navidad y no concluye con un acto religioso, sino con un acto muy singular, que es la convivencia en las familias por la noche del día 6 de enero para partir lo que se denomina ‘rosca de reyes’, que es un pan redondo, decorado y relleno y que tiene la característica de esconder a pequeñas figuras del niño Dios, cuya función principal es la de escoger a los futuros padrinos del niño para presentarlo el día 2 de febrero en la fiesta de la “Presentación del Señor”, otra fiesta pular de nuestro pueblo.