La sumatoria de gente con ideas debe producir buenos resultados, y eso es lo que quiere enseñarnos el ganador y el perdedor del balotaje de los comicios electorales del 17 de diciembre en Chile.
Tras conocerse los resultados, en los que el expresidente Sebastián Piñera consiguió un triunfo holgado sobre el socialdemócrata Alejandro Guillier, candidato de la presidenta Michelle Bachelet, los protagonistas mostraron en público sus cartas y el afán de trabajar para consolidar un país pujante, en el que sus habitantes confíen en su clase política.
“Hubo un ganador neto, claro, categórico y por tanto vengo a manifestarle mi saludo”, dijo Guillier, quien anunció que desde su puesto de senador ejercerá una “oposición constructiva”, digna de un buen perdedor.
La promesa de trabajar unidos por el bien del país se patentizó cuando el ganador y el perdedor, acompañados de sus esposas, enfrentaron al público y protocolizaron la realización de un trabajo conjunto por y para un Chile mejor.
Antes de ese pronunciamiento, la presidenta Michelle Bachelet habló con Sebastián Piñera para felicitarle públicamente por su triunfo. Este agradeció las palabras de la mandataria y certificó que nunca ha dudado que tanto ella como él quieren lo mejor para el país austral.
Esto debiera servir de ejemplo a países como Venezuela y Colombia, sin mencionar a Estados Unidos, que fue acusado por Rusia y Chile de querer revivir la Guerra Fría.
El oficialismo y la oposición de Venezuela han dicho que se volverán a reunir en Santo Domingo, República Dominicana, el 12 de enero de 2018, para buscar una salida a la grave crisis que enfrenta el país que con las mayores reservas de petróleo, ahora nada en la pobreza.
Las comisiones han dicho que hay avances en los diálogos, pero reconocieron que necesitan más tiempo para llegar a un acuerdo, algo que parece ser otro perdedero de tiempo, porque los augurios de los especialistas dicen que el declive de la economía venezolana seguirá su ritmo normal y sus habitantes le claman a los papás Noel por comida.