La semana pasada fuimos testigos de una escena que se suponía había quedado en el pasado, la designación directa del presidente saliente hacia alguno de sus colaboradores, el “tapado” en las elecciones presidenciales.
Dicha práctica llevó a errores profundos. Se inicia con el destape de Miguel Alemán como el primer presidente civil, posterior a los militares Cárdenas y Ávila, quienes se encargarían de sembrar el daño irreparable de concentrar la riqueza en unos cuantos, Alemán sembraría el principio del fin del desarrollo de la agricultura y la pesca, al haberse empeñado en automotrizar al país. Vino la época del desarrollo estabilizador, causado por el progreso de USA de la posguerra. Ocurrieron los dedazos trágicos, Gustavo Díaz Ordaz, caracterizado por la sangre derramada en 1968, nula capacidad de diálogo, pero sobre todo por haber elegido a Luis Echeverría Álvarez que institucionalizaría la represión violenta hacia toda libertad de expresión, por nos saber que hacer ante la libre flotación, nombró a José López Portillo, que endeudaría a México en tal magnitud, que todavía no logramos pagarla, hizo del nepotismo un descaro y consolidaría el ejercicio de la “justicia” con personajes siniestros y perversos como Gutiérrez Barrios y el “general” Durazo, que de no tenía nada de ello.
López asignó a De La Madrid, quien deja al país prácticamente quebrado y nombra a Salinas, que se auto vendería Banamex y la venta de Teléfonos de México a una sola persona, el asesinato a quien el mismo destaparía, Colosio, acto que fracturó al PRI con asesinatos políticos y el nacimiento del EZLN. Entraría un destapado forzado que sin tantas ataduras y proveniente de la clase media, cambiaría las reglas del juego, Zedillo.
Parecía que con el nacimiento de la democracia el PRI cambiaría, atónitos hemos visto en este siglo XXI, como esta clase social que se apoderó del poder económico del país sin la más mínima vergüenza, encabezados por el Presidente Peña siguiendo el protocolo del dedazo sus antecesores, destapó con toda la marcha y circunstancia incluidos los sectores que integran al PRI y los medios que les acompañan.
Un rezago lamentable. Ojalá y quede en un intento.