El agua es eje de vida a través del cual se mueven las actividades humanas y se conservan ecosistemas. Es por eso que tiene importancia para las ciudades dentro de la NAU (Nueva Agenda Urbana) por ser un recurso natural que debe garantizarse a fin de conseguir una urbanización sostenible. Es de tal relevancia que pertenece, junto con calidad de aire y manejo de residuos sólidos, a una de las tres subdimensiones de la sostenibilidad ambiental.
La ONU en 2007 consideró el agua potable y el saneamiento como un derecho humano. Más específico, la PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) promueve la obligación de los Estados de brindar dignidad humana y garantizarles a las personas el acceso a una cantidad suficiente (*) de agua potable para su consumo, saneamiento, higiene personal y doméstica. El agua deberá ser asequible, especialmente para los pobres y no ocupar más de 3 % de ingreso familiar. Otro principio fundamental del derecho al agua es la no discriminación e igualdad; exige que ningún grupo deberá quedar excluido de este derecho. Es así que decretan que los Estados deberán demostrar que protegen y promueven este derecho y, si no, procurar legislar a fin de lograrlo.
Querétaro en el pasado no tenía problemas con abastecimiento de aguas subterráneas -lo recomendable- en el presente son aguas superficiales. El Consejo Mundial del Agua recomienda destinar 40 % de esas aguas al consumo humano y el restante dejarlo para el equilibrio de los ecosistemas.
Con la excusa de la demanda de viviendas, habitantes y actividades, devoramos nuestra masa forestal, nuestras zonas de infiltración y por consiguiente no le permitimos al agua concluir de manera total su ciclo hidrológico. Con legislación, educación y conciencia social podemos revertirlo, primero radica en revisar a conciencia los usos de suelo, no construir en áreas protegidas y no comprar como ciudadanos en esas áreas. Urge legislar y reglamentar para sancionar, además de educar a fin de combatir en un futuro la escasez de agua.
(*) OMS sugiere entre 50-100 litros por persona por día.