Han pasado un poco menos de 48 horas de la gran tragedia en el estadio San Siro de Milán. La selección italiana buscaba su pase directo al mundial al enfrentarse a un cuadro sueco aparentemente inferior en el papel, con un marcador adverso de 1-0 en el partido de ida y solamente necesitaba un gol para irse al alargue. No sonaba tan complicado para una selección cuatro veces campeona del mundo, pero los tiempos han cambiado…
Minuto 95’ del partido, Italia con el último tiro de esquina buscando el empate, los once jugadores italianos en el área rival buscando empujar el balón para forzar los tiempos extras, hasta Gianluigi Buffon se metía dentro del área rival para buscar un milagro, pero la oportunidad era desperdiciada y el árbitro pitaba el final del encuentro. Italia se quedaba fuera de Rusia 2018, fuera de un mundial desde hace 59 años, se consumaba la tragedia italiana y el mejor portero de los últimos años se quedaba sin Mundial.
Curiosamente, la “Azzurri’ se quedó fuera de un mundial en Suecia 1958, justamente aquella noche fría en Milán, Suecia se encargó de aguarles la fiesta a más de 70 mil espectadores dentro del estadio y 60 millones en todo el país de la bota. Hoy podemos hablar de que es un fracaso monumental para el ‘calcio’ italiano y para las nuevas generaciones que forman parte de esta selección.
¿Cuál es la razón del fracaso italiano?
Se le puede echar la culpa a Giampiero Ventura, el entrenador de la selección italiana, o a la falta de calidad en la selección actual. En realidad, yo veo un problema mucho más grave de lo que se puede ver a simple vista. El recambio generacional no existe para los veteranos de la selección como Buffon, Bonucci, Barzagli, De Rossi o Chiellini. De hecho, hemos visto el declive de un equipo que fue campeón en el 2006 y que en las últimas dos Copas del Mundo ni siquiera avanzaron a octavos de final. Por lo tanto, la federación italiana tiene que analizar muy a fondo este problema y cómo renacer el talento nacional en una liga plagada de estrellas internacionales.
No es casualidad que selecciones como los Países Bajos o Estados Unidos que también se han quedado fuera del próximo mundial, sufren los mismos síntomas en sus ligas locales y cambios generacionales en sus selecciones. El futbol ha cambiado por lo que la vieja escuela tiene que evolucionar, hasta el famoso ‘catenaccio’.