El mundo afronta problemas de escala inigualable como el cambio climático, ciudades dispersas y la inequidad social. Considerando la complejidad de los diversos retos mundiales, el diseño y la construcción del hábitat contemporáneo requieren un replanteamiento debido a los cambios sociales, económicos, urbanos, tecnológicos y ambientales.
La falta de herramientas metodológicas y de investigación en la arquitectura ha generado una arquitectura sin fundamentos que enfatiza su valor en su estética y su modelo de negocio ignorando una diversidad de componentes a favor de la condición humana. También ha sido cómplice de la creación de edificios y ciudades elitistas, mal construidas y poco sustentables. Esta falta de aplicación de metodologías ha propiciado arquitectura ineficaz sin resolver -de manera sistémica- componentes ambientales, técnico-constructivos, cognitivos y socioculturales.
Asimismo, la calidad en los espacios construidos es un factor determinante en el bienestar emocional de la sociedad y del entorno. En las últimas décadas la carencia de calidad espacial en conjuntos habitacionales ha propiciado un incremento en la violencia intrafamiliar. Las escasas dimensiones espaciales, la lejana ubicación, mala orientación, y los deficientes materiales constructivos ha tenido un impacto negativo a muchas familias mexicanas. Por lo cual es urgente, diseñar espacios arquitectónicos aplicando criterios de habitabilidad, constructibilidad y sostenibilidad para mejorar la calidad de vida de las personas y el hábitat.
A raíz de los recientes sismos en la República Mexicana, fue evidente la falta de rigor técnico en varios edificios que fueron dañados causando lesión y fallecimiento de varios usuarios. De esta manera, es vital la construcción de espacios arquitectónicos y aplicando criterios de seguridad, legalidad, rigor técnico-constructivo y viabilidad económica.
La falta de gestión y coordinación de los proyectos es también un problema detectado en la profesión actual. En ocasiones los proyectos son coordinados por otros especialistas que carecen de una visión holística que considera aspectos sociales, éticos, ambientales y técnicos. Sin duda alguna los futuro arquitectos requieren gestionar proyectos arquitectónicos, desde el inicio hasta su operación, aplicando una visión integral del hábitat.
Para finalizar, la construcción de espacios arquitectónicos y del hábitat requiere del trabajo multidisciplinario y del involucramiento de la sociedad. Los arquitectos del futuro requieren ser de agentes de cambios que no sólo participan sino también orquestan el trabajo de diversos actores con la finalidad de co-diseñar bajo un enfoque prospectivo mejorando la condición humana.