Cada vez es más frecuente escuchar comentarios como: “Te mando un Whats”, o bien “Checa tu Twitter”. Son expresiones que poco a poco van substituyendo al célebre “Échame un fonazo” o, “Te llamo al rato”. Efectivamente, como platicábamos la semana pasada, la forma de interactuar ha evolucionado gracias a las tecnologías de comunicación desarrolladas en estos últimos años y, sobretodo, a partir del surgimiento de los ‘smartphones’, soportados, por supuesto, por el crecimiento de la cobertura de la Banda Ancha.
Los servicios de mensajería instantánea no son algo nuevo, existían desde los principios de la entrada del internet vía módems, por ejemplo, con el Yahoo!! Messenger. De ese servicio de mensajería se desarrollaron plataformas mundiales, como es el caso de Skype y ahora Google; con su tecnología permite los ‘Hangouts’, donde podemos hacer video conferencias o simplemente mandar mensajes de texto. Sin duda, un gran jugador es Facebook, que ya contaba con su Messenger, y con la adquisicón de WhatsApp, subió su base de datos de mensajería a más de mil millones de usuarios. Hoy día, las principales plataformas de mensajería instantánea son: WhatsApp y Telegram. Platicaremos en otro número de #MentesDigitales sobre las principales fortalezas y diferencias de cada una, pero la pregunta del día de hoy es, ¿un servicio de mensajería es una red social, o una red social es un servicio de mensajería?
Básicamente, cuando entramos a un servicio de mensajería es para buscar enviar un mensaje a uno o más destinatarios, y esperar respuesta de esa lista de distribución. Cuando accesamos una red social y posteamos algún comentario, imagen o video, nuestra intención es llegar a una mayor audiencia, precisamente utilizando el ‘network’ social que se ha construido a través de los amigos y contactos.
Por lo mismo, y a pesar de que muchas veces hacemos uso indistinto de las plataformas, tal y como mencionábamos la semana anterior, el saber el propósito y objetivo de los servicios de mensajería y las redes sociales nos permitirá optimizar nuestra comunicación.
Por ejemplo, este artículo, ¿es mejor comunicarlo por WhatsApp o por Twitter?