Raúl D. Lorea Salinas
@ArqLorea
Arquitecto con 13 años de experiencia. Miembro del Consejo Temático Municipal de Urbanismo y Movilidad de Querétaro. Ha participado en la administración pública y privada en el área de obras. Es docente de la UNIVA.
Ubicada al noroeste de la península Ibérica, Pontevedra es conocida en su historia moderna como ‘La Ciudad de los Niños’, es un referente internacional en materia de movilidad urbana.
Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, visitó Querétaro para mostrarnos las bondades de una ciudad peatonal. En 2014 recibió un galardón por parte de ONU-Hábitat, que la reconoce como una de las ciudades europeas más cómodas para vivir, y no es para menos: en 20 años redujo 70 por ciento el tránsito vehicular en su Centro Histórico. ¿Cómo lo hizo? Fácil, eliminó espacios para estacionamiento y privilegió el andar peatonal.
Pontevedra es evidencia de que la peatonalización funciona. Se ha vuelto una ciudad hospitalaria para sus habitantes y sus visitantes. En palabras del mismo alcalde, “si la ciudad es segura para los niños, es segura para todos”. Las calles peatonales son un beneficio tangible para todos en Pontevedra. El comercio recibe mayor afluencia (economía local), las personas caminan más (salud pública), hay menos automóviles en movimiento (ecología) y nos apropiamos del espacio público (comunidad-tejido social).
El secreto de Pontevedra fue una visión ciudadana y humana, sin miedo al costo político. A pesar de esas decisiones drásticas, el alcalde ha sido electo cinco ocasiones consecutivas (allá se vale) y desde 1999 ha dado continuidad a los proyectos de peatonalización.
Distamos mucho de llegar al nivel de Pontevedra, pero de algo estamos seguros: tenemos que dar los primeros pasos. La movilidad es un tema multifactorial, no solo es hacer calles, ciclovías y banquetotas; se trata de cambiar nuestra cultura, dejar de endiosar al automóvil y humanizar la ciudad nuevamente.
Si bien la movilidad es responsabilidad de las autoridades, nosotros, los ciudadanos, como razón de ser de la ciudad, no debemos caer en apatía y esperar que la magia venga del gobierno.
Le invito a usted respetuosamente a reflexionar qué depende de nosotros, para impulsar ese cambio que Querétaro requiere. Le invito a conducir con cortesía, con civilidad y recordar que en los otros vehículos hay gente como usted o como yo.