El día de ayer, sábado 18 de febrero, se cumplieron 125 años de la fundación de la Escuela de Música Sacra de la Diócesis de Querétaro, y 75 años del Conservatorio J. Guadalupe Velázquez, instituciones musicales de nuestro estado, instituciones que han trabajado por las bellas artes -en específico, por la música-, instituciones que surgen en la Iglesia católica Queretana, pero que con el transcurso del tiempo son instituciones de todos los queretanos.
Hablar de la Escuela de Música Sacra es remontarnos al 18 de febrero de 1892, cuando en la tarde de ese día memorable, en la sacristía del antiguo y hermoso templo del Santo Nombre de Jesús, conocido como ‘Teresitas’, el entonces obispo queretano Monseñor Rafael Sabás Camacho fundó la escuela de música de la Diócesis de Querétaro, a fin de dar el servicio litúrgico necesario para las ceremonias de la diócesis y, en especifico, las ceremonias de la Catedral diocesana, pero también con el ánimo de enseñar la música de la Iglesia
católica.
Al frente de esta institución, quedaron los maestros Pbro. J. Guadalupe Velázquez y don Agustín González, quienes con su experiencia y estudio hicieron que la escuela diera sus primeros pasos.
El objetivo primordial del obispo Camacho fue el de volver al decoro de la música en los templos, mandando con anticipación al padre Velázquez a estudiar a la famosa Escuela de Música Sacra de Europa, la de Ratisbona, Alemania, a quien se le agregó el maestro Agustín González, quien había viajado para estudiar química y farmacia en Munich., pero, atraído por la música coral y de órgano, cambió radicalmente de planes y siguió los estudios de música, coincidencia que hizo posible que se fortificará desde sus inicios la escuela recién fundada.
Sin dejar de cumplir con el objetivo primario de la escuela, no todo fue el estudio del canto gregoriano, las misas de polifonía clásica, los metetes, los misterios y las alabanzas, sino también otros géneros de música, sobre todo recreativa y popular.
Una de las primeras actuaciones del coro de la Escuela de Música Sacra fue en la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe, en la entonces Colegiata de Guadalupe de la Ciudad de México, el día 12 de octubre de 1895; la misa fue dirigida por el padre Velázquez y entre los niños que se conformaban el coro, se encontraba uno pequeñito, que era el padre Cirilo Conejo, quien más adelante sería uno de los directores de la institución.
Al morir precisamente los dos maestros fundadores, queda como director del mismo el muy ilustre señor canónigo don Cirilo Conejo Roldán, quien en el año de 1935 fundó el conservatorio, dándole el nombre del más genial compositor que ha dado Querétaro: el padre Velázquez.
Posteriormente a la dirección de la Escuela de Música y del conservatorio, llegó el padre Raymundo Ledezma Sánchez, un hombre con gran entusiasmo y con altos proyectos.
A la muerte del padre Ledezma, toma posesión el maestro Eduardo Loarca Castillo, quien trabajó por muchos años incansablemente hasta que sus fuerzas debilitadas por la enfermedad le imposibilitaron estar en su querida escuela.
Actualmente dirige atinadamente la Escuela de Música Sacra y el conservatorio el padre Benjamín Vega Robles, un sacerdote sencillo, humilde, pero con un gran entusiasmo que ha permitido que ambas instituciones sigan adelante y sean un orgullo de los queretanos.
Muchos son los maestros que han pasado por la Escuela de Música y también muchos los alumnos que han salido de estas instituciones; recordamos nombres como el maestro Felipe Ramírez, el maestro Julián Zúñiga, el maestro Guillermo Sánchez, la maestra Esperanza Cabrera, el maestro Francisco Picón, el maestro Ezequiel Martínez, el maestro José Francisco Álvarez, el maestro Erick Escandón, y muchos otros más que no solo han puesto en alto el nombre de estas instituciones, sino el nombre de Querétaro.
Muchos actos de culto religioso y actos civiles han sido musicalizados con las bellas voces del coro, con los organistas o con la orquesta, y con su música se ha alegrado el espíritu y se han hecho más solemnes diversas ocasiones.
A 125 años de la Escuela de Música y a 75 años del Conservatorio J. Guadalupe Velázquez, doy mi reconocimiento como un orgullo cultural y patrimonio de los queretanos y deseándoles muchos años más de vida.